Mª Ángeles López de Celis confesó haberse enamorado de la historia familiar de los Horcher, y no solo de cómo consiguieron remontar sus vidas a kilómetros de su país natal, sino de las anécdotas de sus miembros y también de las del propio restaurante. En la conferencia, que fue presentada por la periodista viguesa Iria Carregal, la novelista contó algunas anécdotas no incluidas en el libro, fruto de sus horas de conversación con Gustav Horcher, como la de un matrimonio australiano que, 25 años después de su viaje de novios, durante el que pasaron, entre otras ciudades europeas, por Madrid, llegó con el recibo de su comida en el Horcher porque quería tomar exactamente lo mismo que en aquella ocasión. "Estas son cosas -afirmó- que solo pueden suceder en el Horcher".

López de Celis también agradeció a la familia Horcher el haberla hecho partícipe de su historia. "Este es uno de los libros con los que el autor toma conciencia de lo que sabía y ha olvidado, y de lo que, con seguridad, nunca supo", afirmó la escritora, quien además, tuvo la oportunidad de disfrutar de la selecta cocina de este restaurante "Creo que el 'bonus' de este libro ha sido comer en Horcher durante un año, una vez por semana. ¡Todo un sacrificio!", confesó la novelista, que hasta este encargo no había tenido la oportunidad de conocerlo.

Sobre Gustav Horcher dijo que era "un hombre excepcional, alemán de mente y español de corazón", mientras que de Elisabeth, la cuarta generación al frente del restaurante, aseguró que era "el alma" del libro, quien decidió escribir la historia familiar a partir del descubrimiento de unos documentos de la familia, una familia que, según Mª Ángeles López de Celis, ha hecho frente a la crisis por su afán de mantener vivo su legado.