Una de las cosas que más llama la atención en el mundo del turismo es, sin duda, la tripulación que viaja a bordo de un crucero. Muchos son los que se preguntan cómo será trabajar en alta mar y sobre todo hacerlo en sitios tan diferentes como la India, Roma o el Caribe (aquí puedes ver cómo es un gran crucero por dentro). La mayor parte de los barcos de las diferentes compañías que operan en todo el mundo tienen una plantilla fija que va visitando los diferentes países en los que atraca cada barco. Pero ¿cómo viven?, ¿cómo se organizan? La verdad es que imaginar que vives, trabajas y pasas tu momento de ocio con las mismas personas todo el rato es algo que a muchos no les hace especial gracia pero que en un crucero tienen que soportar.

Varios de los trabajadores de este tipo de barcos han hablado a lo largo de los últimos años en foros de internet como Reddit en los que han ido contando sus experiencias. Unas buenas y otras no tanto. Lo primero que confirman estos trabajadores es que, en el fondo, no todo es trabajar. De hecho aseguran que la mayor parte de estos barcos tienen bares específicos y discotecas cerradas sólo para cuando el personal de tripulación tiene un momento libre. Hay que tener en cuenta que en un crucero viajan cientos de personas. Y no sólo los marineros.

También hay todo tipo de personal de limpieza, animadores, camareros o cocineros. Todo un mundo de servicios en el que se incluyen hasta secretarias y técnicos en actividades deportivas. Y hasta personal con conocimientos funerarios. "La gente muere en los barcos. A veces el barco tiene capacidad de depósito de cadáveres", explica uno de los trabajadores que ha contado su experiencia.

Y de la fiesta, a la cama. "Todos los miembros de la tripulación tienen sexo entre ellos todo el tiempo. Usted trabaja con otras 20 personas en su departamento y todas viven en una prisión bajo el agua durante medio año, es algo normal", afirma uno de estos trabajadores. Otro llega incluso a decir que en ciertas zonas hay preservativos gratuitos para la tripulación y que la tasa de Infecciones de Transmisión Sexual es elevada, que supera el 50 por ciento de toddo0s los que trabajan en un barco. El sexo con los viajeros que van a bordo, eso sí, está completamente prohibido y si a los trabajadores se les sorprende pueden incluso llegar a enfrentarse a una importante sanción que puede poner en peligro su continuidad en el crucero y, por lo tanto, su puesto de trabajo. Son personas que, además, se ven obligadas a trabajar todos los días sin descanso y sin excepción. A pesar de que algunas se bajan en algún puerto no siempre lo pueden hacer porque en el barco tiene que quedar, al menos, un 10 por ciento de la población por temas relacionados con la seguridad.