El entrenamiento de fuerza durante un corto periodo de tiempo puede reducir las reservas de grasa en el hígado y mejorar el control de la glucosa en la sangre en ratones obesos, según un estudio publicado en "Journal of Endocrinology". Estos hallazgos sugieren que el entrenamiento de fuerza puede ser una estrategia rápida y eficaz para reducir el riesgo de enfermedad del hígado graso y la diabetes en personas obesas.