Escuelas Católicas, que integra a 2.000 centros educativos en España, ha elaborado un protocolo de actuación ante posibles casos de abusos a menores en centros escolares o instituciones religiosas, con el objetivo de proteger a los alumnos menores de edad de una situación de abuso o maltrato.

Según el secretario general adjunto de Escuelas Católicas, Luis Centeno, la elaboración de este decálogo de actuación -que se ha enviado a los directores de todos los centros educativos dependientes de esta organización-, surge de la reunión convocada por el Papa en el Vaticano para abordar la cuestión de los abusos a menores en el seno de la Iglesia católica.

Este decálogo insta a aquellas personas que hayan observado indicios o hayan recibido una denuncia (tanto de hechos actuales como pasados) a comunicarlo "lo antes posible (preferiblemente antes de 24 horas) a sus superiores".

Recomienda una investigación interna para realizar un análisis de las acusaciones realizadas, su alcance y consecuencias, respetando la voluntad de las posibles víctimas y el derecho de presunción de inocencia.

Si se tiene constancia de un daño a un menor, se deberá informar directamente a la Fiscalía y, si no fuera posible, a la Policía Nacional o a la Guardia Civil. En el caso de que sea un religioso o sacerdote, se informará también a la jerarquía eclesiástica de acuerdo con las normas canónicas.