El Hospital del Mar de Barcelona realizó con éxito la primera cirugía láser en toda España que permite tratar la epilepsia y los tumores cerebrales de forma mínimamente invasiva, además de reducir el tiempo de ingreso tras la operación a un máximo de 48 horas.

El jefe de la Unidad de Neurorradiología, Jaume Capellades, ha explicado que esta nueva intervención permite "acceder a lesiones de menos de tres centímetros de diámetro en territorios del cerebro que son de difícil acceso mediante la cirugía convencional".

Así, para poder someterse a esta operación, los focos de la epilepsia o los tumores deben ser pequeños y estar en zonas muy localizadas, que suelen estar en áreas profundas del cerebro y, por lo tanto, es más difícil llegar a ellos.

El Hospital de Mar es el único centro en España que lleva a cabo este tipo de técnica y uno de los pocos en Europa. Junto con una clínica de Londres, son los que más casos tratan. "No es una técnica que se acabe de inventar; ya existía en Estados Unidos y no había llegado a Europa por temas relacionados con licencias y marcas, aunque llevábamos esperándolo mucho tiempo", reconoció el jefe del Servicio de Neurocirugía, Gerard Conesa.

Una vez identificados los nodos, los neurocirujanos introducen en el cráneo del paciente la sonda láser y, posteriormente, a través de una resonancia magnética, los doctores comprueban si la sonda está en el área correcta para finalmente aplicar elevadas temperaturas al nodo para eliminarlo. "Mediante las cirugías convencionales o a través de la radiofrecuencia no podíamos ver en tiempo real lo que estábamos haciendo, cosa que sí podemos hacer ahora desde la sala de resonancia magnética con esta técnica de ablación láser", aseguró el jefe de la Unidad de Epilepsia, Rodrigo Rocamora. Hasta el momento, el Hospital del Mar realizó tres intervenciones con éxito y prevé hacer unas 10 operaciones de este tipo por año.

No obstante, Capellades ha alertado de la complejidad de las intervenciones en entornos magnéticos, por lo que tienen que ser extremadamente precavidos. Uno de los riesgos de este tipo de intervención es el riesgo de que se cree un edema, por efecto de la alta temperatura que se usa para quemar el foco de la epilepsia.