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Alfonso Armada: "La verdad que busca el poeta y la que persigue el periodista son distintas"

"Este libro tiene mucho de impugnación contra el Hollywood falso, de decorado"

Alfonso Armada. // Corina Arranz

El escritor, periodista y poeta Alfonso Armada Rodríguez, vigués de 60 años, presenta mañana (20.00 horas) en el Museo del Mar de Vigo su poemario "Cuaderno de Hollywood" (El Cercano). Durante 14 años trabajó en El País. Fue enviado especial a Bosnia, donde cubrió el cerco de Sarajevo, así como corresponsal en África cinco años, informando del genocidio de Ruanda. En 1999 se incorporó al periódico ABC y fue corresponsal en Nueva York hasta 2005. Luego fue el director de ABC Cultural y desde finales de 2017 es el presidente en España de Reporteros sin Fronteras.

-La obra fue escrita en los viajes que realizó para cubrir la ceremonia de los Oscar de Hollywood, cuando era corresponsal en Nueva York. ¿En qué tiempo?

-El primero de los cuadernos está datado en Hollywood en marzo de 2000 y el último en San Francisco, en marzo de 2005. Fueron seis viajes para cubrir los Oscar, como corresponsal de ABC en Nueva York. Era una de las tareas del año, algo muy entretenido y divertido. Existe tanta mitología en torno a los Oscar porque han forjado gran parte de nuestra visión del mundo. Creo que esa especie de metáfora de 'la fábrica de sueños', tiene bastante de realidad. Yendo a la esencia de lo que es el cine, creo que una de sus mejores virtudes es que es capaz de recrear como muy pocas artes el mundo de los sueños.

-¿Espontáneo o premeditado?

-El libro surgió sin pensarlo. Cada vez que iba a Hollywood, escribía un poema en el hotel, cada noche, para tratar de darle un poco más de sentido al tiempo. Los poemas tratan de cristalizar emociones a veces difíciles de explicar. Era un cuaderno que únicamente llevaba conmigo cuando iba a Hollywood y en el que anotaba como para reflejar el curso del tiempo en un papel sensible, como si fuera una fotografía analógica. Y es también un homenaje al mundo del cine.

-¿Le fascina el cine?

-La fascinación con las imágenes en movimiento está en la raíz de este libro. También en el cine como fascinación colectiva. La emoción de experimentar emociones colectivas en espacios cerrados, ocurre muy raramente...

-¿Cuál ha sido la última película que le ha impactado?

- "Roma" me ha provocado un impacto impresionante. Creo que es una obra maestra. Ya desde el principio, con esa delicadeza y silencios. [Armada firma una crítica del filme en la revista FronteraD]. Me recuerda un poco a "Los olvidados", de Buñuel, pero bajo una estética y una óptica más contemporánea, no tan expresionista. Esa mirada sobre el mundo de las criadas, llevadas a primer término ya desde el primer plano del agua de lavar, yéndose por el sumidero... Creo que nos lleva al mundo de los sueños, de la infancia. Y tener un impacto emocional muy grande en el espectador porque lo conecta con sus recuerdos.

- ¿Y la gran premiada, "Green Book"?

-Me parece una película fácilmente digerible, amable. Bien interpretada y con ciertas líneas para gustar al gran público. Tiene un fondo crítico contra el racismo en EE UU, pero demasiado sentimental.

-¿Habrá penalizado la Academia el hecho de que "Roma" haya sido producida por Netflix?

-Probablemente sí. Están cambiando nuestros modos de comunicarnos. Internet ha sido una auténtica bomba atómica en nuestras vidas y creo que hay cierta resistencia de la industria hacia los soportes que funcionan bajo otros parámetros. Aunque son empresas inmensas, con un poderío gigantesco. Es posible que, desde el punto de vista de la industria tradicional de Hollywood se trate de levantar un muro contra esas nuevas tecnologías en los medios de difusión.

-El poeta, como el periodista, busca la verdad, dijo el periodista vigués-americano Xabier Fole Varela en una presentación de su libro.

-La frase es bonita, pero no estoy de acuerdo con ella. La verdad que busca el poeta y la que busca el periodista son distintas. Buscas que el propio poema sea verdad, en su propia condición. Creo que es una emoción que conecta con una verdad. Pero no una verdad periodística, en la que buscas acercarte a unos hechos mediante el contraste de las fuentes y la observación. Esa verdad es de otra naturaleza. En el poema hay más margen para la mezcla de hechos, sensaciones, verdades y mentiras. El homenaje al cine es evidente en mi poesía.

-Sunset Boulevard/ estrellas que compiten en la intimidad/ con fantasmas parecidos/ al resto de los mortales [...] carne humana vulgar/ pese a todas las apariencias. ¿Tiene tanto de máscara de ficción?

-Sí, sin duda. El libro es muy duro, precisamente, con la proyección que hace esa ciudad de una cierta fantasmagoría. Crea una falsa realidad, que forma parte también de nuestro deseo de fantasías. Todos caemos en de ese embrujo. Quizás por herencia de directores, fotógrafos y guionistas que vinieron de Europa huyendo del nazismo y con muchísimo talento trabajaron en el Hollywood de los años 40. Ahora los estudios han caído en manos de abogados, de mercadotecnia... Este libro tiene mucho de impugnación contra esa ciudad que tiene tanto de falso, de decorado.

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