A la hora de ir a comer en un restaurante un gran porcentaje de vecinos y turistas buscan en internet opiniones que le puedan llevar a decidirse sobre donde reservar. Casi nadie acude a un establecimiento "a la aventura" con el miedo de saber lo que se va a encontrar. Las críticas en páginas web de todo tipo se han convertido en toda una biblia para los que quieren pasar un momento de ocio. Pero no todo son buenas experiencias. Ni buenas críticas. Muchos hosteleros se quejan de que en no pocas ocasiones son los camareros de otros locales (de la competencia) los que crean esas malas opiniones en una lucha "sucia". Pero ¿cómo se come en uno de los peores locales de restaurante de Galicia? Las opiniones no son del todo buenas.

"El servicio es poco serio. La tarta fue insufrible. Nosotros desde luego en este lugar no repetiremos", asegura un cliente llegado desde Asturias para pasar unos días a una ciudad gallega y que había decidido acercarse a este restaurante porque, en este caso, le quedaba ceca de su alojamiento. Es decir, no llegó a leer a través de internet los comentarios que habían puesto otros clientes en la red y que muchas veces sirve como aliciente o como revulsivo para decidir visitar o no determinado establecimiento. "Estuvimos allí un día del puente de diciembre. Nos dieron una empanada grasieta, mariscada calidad precio pasable pero con marisco congelado, lo peor el postre con un precio desorbitado. Es pésimo, un engaño, una estafa", señalaba otro cliente. Algunos llegan incluso a pedir que se cierre el restaurante o que intervenga sanidad. "Es el peor pulpo que he comido en mi vida, ha sido un atraco", apuntó un tercero.

"Fuimos tres personas a comer un arroz con bugre malísimo, el bogavante estaba seco no, lo siguiente. Te invitan a una ración de salpicón que de salpicón tiene poco. Es un timo. El pulpo más duro de la historia y está insípido", asegura otra comensal en una web en la que, a pesar de todo algún cliente sí que dice que el restaurante es bueno y apunta que "el lobo no es tan fiero como lo pintan".

En este caso el hostelero no ha llegado a contestar a los comentarios pero muchos de los dueños de establecimientos de todo tipo de locales contestan a los clientes para poder justificar sus fallos, que en algunos casos los hay.