La Gran Asamblea de la Masonería Española ha concedido, "en votación blanca y sin mácula", su más alta distinción, la medalla de la Orden Masónica del Fundador con distintivo rojo, al rey.

Según ha informado la Gran Logia de España en un comunicado, el título que les corresponde a esta distinción es el de "Caballero de la Orden Masónica del Fundador de los Francmasones Antiguos, Libres y Aceptados de la Única y Reconocida Gran Logia de España".

La concesión por unanimidad de la Gran Asamblea coincide con el 40 aniversario de la legalización de la Masonería en España, "tras una de las persecuciones más sistemáticas que ha vivido en ningún país del mundo".

Con esta concesión al Jefe del Estado, la Masonería quiere "manifestar su gratitud a la sociedad española, por los valores de entendimiento fraterno que desde 1978 han amparado y protegido la existencia ininterrumpida de la Masonería en España".

La Orden Masónica del Fundador con distintivo rojo constituye la más alta condecoración que puede conceder la Masonería Española y está reservada a soberanos, jefes de Estado y personalidades que destaquen "por su labor en bien de la humanidad, la promoción del conocimiento de la Masonería en la sociedad o el desarrollo de las libertades cívicas y de la educación".

También se puede conceder a aquellos masones que se hayan destacado "de forma sobresaliente en relación con las obligaciones normales de un Gran Oficial o que con su carácter y moralidad ejemplar hayan proyectado a la sociedad las virtudes de la Orden".

La Masonería Española también ha concedido "la Orden del Fundador con distintivo blanco, al Respetable Hermano Terry Abrahams, Pasado Gran Maestro Provincial de Murcia, y al Muy Venerable Hermano Miguel Ángel Paredes, Pasado Gran Superintendente, que la recibe a título póstumo".