Ourense celebró ayer una de las jornadas principales de su fiesta más multitudinaria y auténtica, el Entroido, con múltiples y diversas tradiciones de un extremo a otro de la provincia. El domingo grande del carnaval multiplicó la afluencia en villas y pueblos, agotó las reservas en restaurantes y llenó la mayoría de los hoteles. Máscaras, comparsas, carrozas, disfraces, el estruendo de las chocas y la amenaza de las zamarras; historia y modernidad, ironía y sátira, colorearon el domingo grande del carnaval más vistoso. De norte a sur, desde las corredoiras de las aldeas al pavimento de las villas y capital. Apoteosis ourensana por el Entroido.

El estreno ayer de los peliqueiros en Laza, unos dos centenares, junto al recibimiento a los feligreses a la salida de misa -blandiendo la zamarra-, el reparto de licor y bica y el desfile de las carrozas típicas, da paso hoy al esperado Luns Borralleiro, con la batalla de la farrapada por la mañana y la bajada de la Morena -la última vez de Joaquín Obregón, alias Quin Norita, tras 35 años encarnando a la vaca- desde Cimadevila a la Praza da Picota, con la comitiva, provista de tojos y cobelleiros, arrojando hormigas vivas a los asistentes.

En Verín sí exhuman a Franco

Verín celebró ayer su día grande del Entroido, con el multitudinario desfile de los cigarróns -varios centenares entre adultos y niños-, comparsas y carrozas. Hubo detalle, originalidad y humor en las propuestas, y guiños a la actualidad con la irreverencia marca del Entroido, como una sátira a la demorada exhumación de Franco del Valle de los Caídos.

En Xinzo, donde el ciclo dura más de un mes y estrena el título de Fiesta de Interés Turístico Internacional, música, pantallas y disfraces convivieron todo el día. Pero la fiesta va más allá del Triángulo Máxico en la provincia de Ourense: Os Galos de A Mezquita (A Merca), Os Troteiros de Bande, Os Zarramoncalleiros e Mázcaras en Cualedro, As Bonitas de Sande (Cartelle), Os Vergalleiros en Sarreaus, As Madamitas e Os Madamitos de Entrimo, Os Felos en Maceda, Maside, Esgos y Feás (Boborás).

Viana do Bolo acogió el "folión más grande del mundo", en palabras de su alcalde, Secundino Fernández. Participaron un total de 1.100 personas entre boteiros, carrozas y una veintena de folións. El Entroido se une a la gastronomía en este concello -2.500 comensales en la 49ª Festa da Androlla- y en el cercano de Vilariño de Conso, que disfrutó la 30ª Festa do Cabrito. La figura típica del Entroido en esta comarca, el boteiro, que destaca por sus trajes coloridos y majestuosas máscaras de madera, triunfó un año más, con más miradas aún tras la polémica surgida en agosto porque la firma de moda Dolce & Gabbana se inspiró -tanto que rozaba el plagio- en estas figuras, hechas con pieles de seda, cintas de raso multicolor, una docena de esquilas y una máscara de madera -negra o marrón- amarrada por un armazón de metal y rematada por una pantalla de papel de seda.

Aplazamiento por el temporal

Por su parte, Entroido de Salceda recuperó por segundo año la tradición de las damas y cabaleiros. El temporal, por otra parte, obligó a suspender sin fecha el desfile de comparsas de Gondomar y de Redondela aunque en esta última sí se celebró por primera vez un vistoso pasacalles por la mañana. Nigrán, por su parte, celebrará el Entroido el próximo sábado ya que lo aplazó por la Festa da Arribada. Baiona lo celebró el pasado fin de semana por el mismo motivo.