El músico vigués Paulo Pascual es uno de los pocos thereministas de España. Toca un instrumento como sin tocarlo. Y acaba de editar el primer disco en Galicia de theremin con su proyecto llamado "Modulador de Ondas"; con un un formato nunca visto ni en España ni Portugal: un trío compuesto por dos theremines y un chelo. El theremin es una especie de caja con dos antenas que generan dos campos electromagnéticos: cuando nuestro cuerpo interfiere en una, genera una alteración de volumen, y cuando interfiere en la otra, de tono. La sala La iguana de Vigo abrirá en horario matinal, algo tan insólito como especial, para ofrecer el concierto de presentación de este proyecto en la 'sesión vermú' este sábado. (12.30 horas, entradas a 5 euros) .
-Después de su larga trayectoria alrededor del rock, ¿qué espera de este nuevo disco?
-Intentaré tocar todo lo que pueda, siempre que las condiciones acústicas estén bien y estemos cómodos tocando; así que esperamos salir de Galicia. Programamos citas en todo el estado e incluso en el extranjero. Nuestra idea es que el disco sea como un disparo de salida.
-Es el primer disco que se graba en Galicia. ¿En España es también tan desconocido este instrumento?
-En Galicia estamos yo y Uxo Pousa y en España podremos ser cuatro o cinco intérpretes. Hay un thereminista madrileño, Javier Díez Ena, que el año pasado sacó un disco bastante experimental que no incluye ningún otro instrumento. Pero su estilo no tiene nada que ver con lo que hacemos en Modulador de Ondas. Hay instrumentistas de música clásica que pueden tocar alguna pieza con theremin, pero pocos con un proyecto propio.
-Tocar el theremin, para los neófitos, parece algo asombroso. Ese instrumento con dos antenas 'suena' en contacto con el cuerpo humano. ¿Cuántas horas de ensayo lleva lograr resultados?
-El theremin, al principio, es un instrumento que requiere paciencia porque tienes que acostumbrar a los músculos a la posición de tus manos; ser bastante estable e ir, como decía Clara Rockmore -una famosa thereminista de los años 30- al centro de la nota. No es como otro instrumento con el que pulsas una nota y se activa un Do. Aquí tienes que situarte con tu mano y tu cuerpo en esa nota. Requiere bastante concentración y ajustar tu oído y memoria muscular.
-¿Y cuándo ya ha sacado cuatro notas?
-Es agradecidísimo porque sientes que acaricias el sonido con las manos en el aire. No es una metáfora: es así. Es una sensación muy bonita...
-Como un arpa invisible.
-Sí. como un instrumento intangible. Lo puedes tocar con los ojos cerrados
-Corríjame. Ha sido un invento de la revolución soviética, que se ha tocado desde principios del siglo pasado. ¿Cómo lo conoce?
-Llegué al sonido del theremin a través de películas, de escuchar bandas sonoras como "Ultimatum a la tierra" o algunas de suspense que tenían un sonido fácilmente reconocible. Luego comencé a indagar a raíz de la película "Ed Wood", de Tim Burton, en la que tenía mucho peso una thereminista que, según comprobé en los créditos, era la sobrina nieta del inventor. Me empezó a gustar y, a medida que más conozco sobre la historia del theremin, más me interesa y fascina.
-Tocará con Macarena Montesinos y Uxo Pousa. ¿Tiene que 'afinarlo' en cada concierto?
-Requiere un ajuste en cada espacio, hay una serie de parámetros que regular. Influye incluso la cantidad de agua que el intérprete tenga en el cuerpo. En Modulador de ondas hacemos música sin condicionantes estilísticos y de una manera muy relajada. Es inclasificable, por el estilo y la instrumentación. Tiene algo de cinematográfico.
-El cuerpo es un instrumento más.
-Sí. Interfiere hasta el estado de ánimo. Si llegas con estrés, no vas a interpretar bien piezas lentas, porque interviene en la relajación muscular.
