Celia Regueira Varela, vecina de Arteixo que nació sin brazos, conduce desde la semana pasada tras haber obtenido el carné de conducir y adaptado un vehículo a sus condiciones físicas, ya que cuenta con luces automáticas, encendido por botón y mandos de aceleración en volante. Celia intentó por primera vez conducir en los años noventa, pero en la autoescuela Lespar, la única que entonces impartía clases para personas con discapacidad, le informaron de que no existía la tecnología necesaria.

En enero de 2017 volvió a intentarlo y le informaron que debía comprar un coche y adaptarlo mediante una importante inversión, para lo que contactó con la firma Audi, que efectuó los trabajos necesarios en Alemania, aunque en A Coruña fue necesario instalar componentes como los intermitentes al pie, la regulación especial de altura del asiento y los dobles mandos para hacer las prácticas correspondientes.

Una vez instalados estos equipos, Celia obtuvo el carné y comenzó a circular como una conductora más.