"Si yo te digo: cuero. Quizás piensas en carteras, bolsos y poco más... Pero vamos abriendo miras. Estamos consiguiendo que la gente vea este material de otra manera", asegura el comisario de la exposición de cuero de la Escola de Artes e Oficios (EMAO), Pepe Pereira, también profesor de artesanía en cuero. Las posibilidades estéticas y funcionales del material son casi infinitas. Cuero... aunque no lo parezca.

La cuarta bienal del cuero en la EMAO se consolida como una exposición de referencia en el sector en el noroeste español, en palabras del profesor Pereira. "Aquí en Vigo y Allariz, [donde se desarrollan unas jornadas entre artesanos] somos una referencia peninsular", alega.

Entre la muestra hay obras prestadas para la ocasión por el "Leather Museum & Gallery" de Fort Worth (Texas, EE UU). Se trata de piezas representativas de clásicos de referencia en el trabajo del cuero a nivel mundial y trabajos de Christine Stanley y Kathy Flanagan, artesanas que consideran "grandes influencias en el trabajo del cuero a nivel internacional".

Mujeres y docentes

Entre las piezas singulares, destaca una arqueta -especie de baúl hecho de cuero y madera repujado- realizado con una técnica específica de Córdoba y que en el siglo XV se exportaba a todo el mundo, incluso China, obra de Carmen Bernier. "Era una mujer que llevaba su casa adelante y, cuando podía, se dedicaba a esto. Falleció hace dos años y es la primera vez que su obra sale de Córdoba", ilustra el comisario.

Pero la exposición se divide en varias secciones. "Con "Curtidas" queremos hacer un reconocimiento público a todas aquellas mujeres que a lo largo de la historia se dedicaron al trabajo del cuero en alguna de sus vertientes: profesional, aficionada o artística; una pasión por una actividad casi siempre compartida con las responsabilidades de sus vidas como madres, trabajadoras, mujeres..." explica Pereira.

La historia de la EMAO también ejemplifica esa situación: desde finales de los años cuarenta la especialidad de "repuxado en coiro" que pertenecía a la rama de enseñanzas para la mujer, fue impartida por tres mujeres: Andrea Castro, Mercedes Pérez y Virginia García, que con su trabajo docente pusieron la semilla de la vocación de muchas artesanas actuales.

Por tanto, la muestra se acerca al trabajo de artesanas de los diferentes oficios: marroquinería, albardería, zapatería o corioplastia.

Otro de los retos está planteado, precisamente, a partir de las medidas 30x30 -que no se podían sobrepasar-. Así, un grupo de alumnos que finalizaron la especialidad en los últimos diez años recibieron ese encargo especial: "Haz lo que tú quieras en cuero, que represente tu manera de trabajar el material".

"Queríamos transmitir así al público una idea sencilla: estas piezas son fruto de la formación que recibieron en nuestra escuela", resumen. Por tanto, hasta 16 piezas sirven de "escaparate"

Pero el proyecto de la exposición no se queda ahí, sino que trasciende también a redes sociales.

Se trata de un juego con una propuesta. Empleando las herramientas sociales del siglo XXI -Facebook, Instagram, Whatsapp-, los coordinadores de la muestra se encargaron de hacer llegar llegar a muchos rincones del mundo del cuero un patrón. Es el de un estuche: la primera pieza que hacen los alumnos de la EMAO cuando empiezan la especialidad.

El mensaje llevaba dos condiciones para la elaboración de la pieza: no se podía modificar el patrón y debía realizarse en cuero de origen animal, pudiendo cada participante aplicar libremente las técnicas constructivas y decorativas.

La respuesta de docenas de artesanos y artesanas con el envío de sus piezas adaptadas a la propuesta, permite ahora al visitante de la exposición hacerse una idea de la infinidad de posibilidades que posee el cuero como soporte y como medio de expresión artístico y artesanal.

Pirograbados, guadamecíes, policromados o simples teñidos, con técnicas más contemporáneas como la transferencia, el "guadamecil contemporáneo", el marmoleado, el collage, el mosaico o, simplemente, la experimentación con materiales?

Las piezas resultantes cuelgan de las paredes y el techo de la exposición como racimos de una vid sembrada y cultivada por Andrea, Mercedes y Virginia, como las "Dora Milaje" del Cuero en la EMAO, sostiene el comisario.