Como si fuera un lugar 'fetiche' para los rodajes, la playa das Furnas, en Porto do Son -la misma donde tuvo su fatal accidente Ramón Sampedro, que sería llevado al cine en "Mar Adentro"- acogió la grabación de las primeras secuencias de la serie "Fariña". Un trabajo sobre el narcotráfico en Galicia en los 80 basada en la novela de Nacho Carretero, que contó con un éxito de audiencia masivo. Involucró en su reparto a los actores gallegos Javier Rey, Tristán Ulloa, Tamar Novas y Marta Larralde. Pero también Antonio Durán Morris, Isabel Naveira, Carlos Blanco y Xose A. Touriñán encabezaban, entre otros, el reparto de esta ficción que demostró de lo que es capaz el audiovisual de sello gallego. Una historia cruda. Como la vida misma.
Pero no es una anécdota. La mayor parte de las series de la parrilla televisiva española nutren sus interpretaciones de profesionales gallegos. Desde la propia María Pujalte, pasando por María Bouzas a Alfonso Agra. En Atresmedia y luego en Netflix, "La Casa de Papel", con el actor vigués Pedro Alonso en el papel de "Berlín" fue otro ejemplo.
También creció profesionalmente en series Martiño Rivas, hijo del periodista Manuel Rivas, que fuera nominado al Goya como mejor actor revelación por su papel en "Los girasoles ciegos" en 2008. Desde entonces, uno de sus papeles estuvo en en "El internado". "El secreto de Puente Viejo", "Gran Reserva. El Origen", "Gran Hotel" o "Águila Roja" -donde coincidieron Francis Lorenzo, Javier Gutiérrez y Miryam Gallego, que se había estrenado en "Periodistas"-, contaron entre su elenco de actores ya desde 2014 con gallegos que triunfaban fuera y dentro de la pequeña pantalla.
También es el caso del gallego Mario Casas que, aunque en un principio pensó en ser futbolista, policía o bombero, finalmente entendió que lo suyo era la interpretación. Participó en series como "Motivos personales", "Los hombres de Paco" y "El barco", aunque últimamente, destaca su papel en "Las brujas de Zugarramurdi".
La actriz Cristina Castaño -conocida por su papel en la serie "Al salir de clase" y en la popular "La que se avecina"- está actualmente se encuentra trabajando en la serie de Antena 3 "Toy Boy".
Toda una carrera en la pequeña pantalla es la que ha realizado la viguesa María Castro. Gimnasta en rítmica desde los 6 hasta los 17 años, la pelirroja de "Sin tetas no hay paraíso" siguió en la televisión con su aparición en series como "Tierra de lobos" y últimamente en el reality MasterChef Celebrity. Nacida en Vigo en 1981, ya tiene un premio Ondas en su haber. Llamaba la atención, como anécdota, que en la serie de TVE "Seis Hermanas", tres de ellas eran viguesas: Marta Larrralde, Celia Freijeiro y María Castro.
Y entre los más experimentados actores del panorama gallego que salta a la palestra estatal se encuentra uno de los fundadores de la compañía teatral "Chevere" -Premio Nacional de Teatro-, Miguel de Lira.. Actualmente puede verse en la serie "Matadero" de Atresmedia, pero ha sido prolífico en el cine los últimos años con "No habrá paz para los malvados","Somos gente honrada", del vigués Alejandro Marzoa. Y también en la producción "A Esmorga" (2014), de Ignacio Vilar o "Dhogs" (2016), de Andrés Goteira.
¿A qué atribuye De Lira esa dimensionada presencia de intérpretes gallegos? "La cantera fue el teatro independiente gallego, que posibilitó que ya hubiera un cuadro de actores y actrices preparados para cuando irrumpieron las series en Galicia, donde se comenzó a normalizar la ficción gallega", indica en relación a las germinales "Pratos combinados" y "Mareas Vivas". En ese reparto conocimos a muchos de los actores y actrices hoy en nómina de series de ficción española. "No solo fue un entrenamiento en el mundo de la interpretación, sino en los equipos técnicos, por eso hoy el audiovisual gallego tiene una marca de buen hacer, una factura de alta calidad a nivel técnico y interpretativo". Muchos de esos técnicos se incorporaron luego a equipos en Madrid y Barcelona". Y la situación actual, en la que las fuerzas de las series gallegas han perdido un poco de músculo, ha favorecido que el talento gallego esté en todas partes.