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Importante avance tecnológico español en el campo de la oftalmología

Realidad virtual para mejorar la visión

El CSIC lanzará un simulador que permitirá al paciente experimentar, antes de operarse, cómo va a mejorar la visión - Se puede aplicar contra cataratas, prescibia o vista cansada

La nueva tecnología, a punto de ser lanzada al mercado, consiste en un casco visual binocular ligero.

La realidad virtual, que ya se aplica con éxito en otras especialidades como la neurología o la salud mental, mejorará también el campo de la oftalmología de la mano del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Protegida por cuatro patentes, la innovación tecnológica permitirá a los pacientes y también a los facultativos ver los efectos de una lente multifocal intraocular de forma realista antes de ser implantada en una operación de cataratas (para sustituir el cristalino cuando pierde transparencia) o para la corrección de la presbicia o la vista cansada.

"Los sistemas de predicción de agudeza visual ya hace mucho tiempo que existen en oftalmología y este es un paso mucho más importante", recalcó el profesor Francisco Gómez-Ulla, fundador y director médico del Instituto Oftalmológico Gómez-Ulla. Tras conocer el artículo y a la espera de que la nueva tecnología sea lanzada al mercado, previsiblemente en 2020, el especialista advierte que si se demuestran los resultados que promete, mejorará sustancialmente la cirugía. "Si nosotros pudiésemos simular la situación real que hay después de la cirugía el paciente podría ver con más claridad si la multifocalidad le puede interesar o no, es decir, el ofrecimiento que le hacemos de tres focos (de lejos, medio y de cerca)", recalca.

Los detalles sobre la validación de este nuevo dispositivo aparecen publicados en el último número de la revista "Scientific Reports" tras una investigación en la que los científicos compararon, en un grupo de pacientes, la agudeza visual obtenida a distintas distancias a través de una lente trifocal (con focos para distancias de lejos, intermedias y cerca) comercial y a través de la misma lente simulada mediante un modulador espacial de luz y tecnología SimVis, que puede ser controlado desde el móvil o la tablet. Con este programa, por tanto, es posible no solo controlar las lentes del dispositivo, sino además llevar un registro de las pruebas llevadas a cabo en cada paciente, esté donde esté.

"La posibilidad de que el paciente experimente la visión con una lente multifocal antes de la cirugía resulta muy atractiva para aliviar la incertidumbre y poder manejar sus expectativas", aseguró la investigadora del CSIC Susana Marcos, que trabaja en el Instituto de Óptica. Su equipo lleva años desarrollando tecnologías de simulación de visión simultánea con el fin de evaluar la calidad visual con nuevos diseños de lentes multifocales antes de que éstas sean implantadas o, incluso fabricadas. "Es una técnica disruptiva basada en óptica adaptativa que proviene de la astronomía y se usa en telescopios", explicó Marcos.

Existen en el mercado distintos diseños de lentes y elegir una u otra depende de la tolerancia y preferencias de cada paciente. Es una tecnología costosa, recuerda el profesor Gómez-Ulla, que precisa que las lentes multifocales "no se ponen en la sanidad pública salvo en casos muy excepcionales porque además de ser una lente muy cara precisa de una cirugía de excelencia". Añade, asimismo, que hay una larga lista de espera que "a lo mejor se eleva hasta las 4.000 o 5.000 personas por servicio".

El especialista apunta también que esta innovación tecnológica podría utilizarse en otras patologías "como determinadas lesiones en la córnea". "Podría verse cómo sería una vez que se quitase la opacidad pero por ahora es algo más teórico que real", advierte a la espera de que el simulador salga al mercado. "Tendremos que probarlo en la clínica real", indicó.

El SimVis es un simulador binocular ligero, autónomo y portable en un casco y según aseveraron sus creadores, el objetivo es lanzarlo al principios del próximo año y que sea "muy asequible" y de "bajo coste". Ya está disponible en varias clínicas de Estados Unidos para realizar distintos estudios en pacientes y evaluar en primera instancia su aplicabilidad.

Francisco Gómez-Ulla - Dir. Méd. Instituto Gómez-Ulla

"Se trata de un paso muy importante pero tendremos que esperar a probarlo en la clínica real"

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