El arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, afirmó ayer sobre los presuntos abusos sexuales a menores de dos párrocos de Arbeca (Lleida) y Constantí (Tarragona), que fueron apartados de sus funciones: "Han podido tener sus errores, pero no son tan graves como para poder decir que tienen que ser secularizados, de ninguna forma". Horas después matizó estas palabras en un comunicado: "Deseo aclarar que cualquier actuación de este tipo, impropia de nadie y aun más de un presbítero, me parece gravísima". Y añadió: "Algunos (los medios de comunicación) han interpretado estas palabras como si pretendiera rebajar la importancia de los hechos".