La aplicación de los avances de la biopsia líquida en el campo de la detección y tratamiento del cáncer "de forma rutinaria" en la práctica clínica de los hospitales es uno de los retos a los que se enfrenta esta técnica, que, para su desarrollo, necesita más inversión en investigación y ensayos. Así lo ha explicado la responsable de la Unidad de Análisis de Biopsia Líquida de Oncomet, la doctora Laura Muinelo, momentos antes de la inauguración oficial del IV Simposio de Biopsia Líquida, organizado en Santiago por el Grupo de Oncología Médica Traslacional del CHUS y que reúne a más de 350 expertos.

Según Muinelo, en los últimos años, se ha experimentado una "evolución increíble" en el ámbito de la tecnología, aunque aún existe mucho margen de mejora para esta técnica. La doctora ha destacado las ventajas de esta intervención en cuestiones con la selección de tratamiento o la detección de la evolución de un cáncer, y ha reclamado que se "aúnen esfuerzos" para que pueda aplicarse "de forma rutinaria en los hospitales".

Las técnicas de biopsia líquida, capaces de detectar tumores cancerígenos a través del análisis genético de una mera extracción de sangre permitirán a los médicos avances de tal magnitud que será como pasar del "carro de vacas en Galicia a los coches o los drones", afirmó el jefe de servicio de oncología médica del hospital Clínico de Santiago de Compostela, Rafael López. Indicó que esas técnicas, capaces de detectar tumores cancerígenos, todavía tienen "limitaciones tecnológicas, analíticas, del conocimiento, presupuestarias o de acceso".

A diferencia de la biopsia de tejido, que requiere extraer células de las zonas u órganos afectados por un tumor y que obligan a una intervención invasiva, con la biopsia líquida se obtienen con una extracción de sangre y permite detectar en el flujo si hay componentes genéticos, células o moléculas liberadas por los tumores.

Según López, actualmente ya se aplican para cánceres de piel, próstata o pulmón y "este año empezará" para los de mama, vejiga y para el glioblastoma multiforme, el tumor cerebral más común, y progresivamente para detección y seguimiento de muchos otros.

En su opinión, los tratamientos contra el cáncer se han efectuado durante muchos años a ciegas, sin saber cómo evolucionaba el paciente, y la biopsia líquida abre la puerta a ver la evolución de la enfermedad metastásica, más allá de un previsible "diagnóstico precoz", que ha levantado muchas expectativas.

López hizo estas declaraciones junto a la presidenta de la Sociedad española de oncología médica (SEOM) y jefa del servicio de oncología del Complejo hospitalario de Navarra, Ruth Vera, y a la bióloga Muinero. Más de trescientos expertos de España y de especialistas en investigación de otros países europeos participan en la reunión, inaugurada oficialmente esta tarde por el conselleiro de Sanidad, Jesús Vázquez Almuiña, y que cuenta con apoyo de varias multinacionales farmacéuticas.

Vera destacó que los tumores cancerígenos "cambian" tras ser sometidos a distintos tipos de tratamientos, ya que "las células pueden haber cambiado totalmente", por lo que las técnicas de biopsia líquida facilitan el seguimiento de esa evolución del paciente.

Apuntó que la medicina está avanzando hacia nuevas técnicas que permiten una "personalización", lo que no quiere decir un tratamiento individual del paciente, sino de poder determinar con análisis por ordenador de grandes cantidades de enfermos "grupos que comparten ciertas alteraciones".

Actualmente, la biopsia líquida tiene "una gran sensibilidad" en pacientes con tumores avanzados, pero es necesario mejorar estos índices en "fases iniciales", lo que permitirá que se aplique también para la detección precoz de tumores.