El litoral gallego vivió una mañana en aviso amarillo por temporal de fuertes vientos, lo que dejó estampas como la vivida en la playa de Santa Marta, en Baiona, donde apareció un velero en mitad del arenal tras habérsele roto las amarras. Una imagen que recuerda a la del 2016 en la misma localización. La borrasca también se llevó a la ballena de 30 toneladas y 20 metros que estaba encallada en Oia, en las rocas de O Porto do Costado, aunque horas más tarde la devolvió 50 metros más al sur.

La situación también fue delicada en los puntos altos de la comunidad. El viento ha dejado rachas de 103,1 kilómetros por hora en el municipio de montaña de Manzaneda (Ourense) y de 98,2 km/h en el costero de Viveiro (Lugo).

Así consta en los registros de Meteogalicia hasta las 12,45 horas en una jornada en la que estaba activado el aviso amarillo hasta las 12.00 horas por rachas de viento superiores a los 80 kilómetros por hora en la montaña de Lugo.

En localidades con altitud mayor de 900 metros como Manzaneda, se han registrado rachas de viento máximas significativas en Pedrafita do Cebreiro (Lugo), con 91,9 kilómetros por hora, y los 75,6 en Baleira (Lugo).

Las primeras horas de vientos fuertes

El viento ha dejado en las primeras horas de la mañana de este miércoles rachas máximas de 98,2 kilómetros por hora en Viveiro (Lugo) y de 93,5 en la localidad lucense de Burela.

En la jornada del martes, la racha de viento máxima en localidades con altitud menor de 900 metros ha correspondido a Viveiro, con 88,3 kilómetros por hora.

Galicia espera un día de cielo muy nublado y lluvias generalizadas de carácter intermitente. De este modo, en las ciudades gallegas las máximas subirán hasta los 14 grados en Ourense, Vigo, Ferrol y Pontevedra, mientras que los valores mínimos descenderán hasta los siete grados en Lugo.