Desafortunadamente para quienes beben alcohol habitualmente, la ciencia parece demostrar que incluso un consumo moderado tiene consecuencias negativas sobre nuestra salud. Ya se había probado que el consumo excesivo es un factor de riesgo de fibrilación auricular, pero ahora científicos australianos han probado que incluso un consumo moderado y regular -unos 14 vasos por semana de media- produce más daños y problemas eléctricos en el corazón respecto a los bebedores ligeros y los abstemios.

La fibrilación auricular (FA), la arritmia cardiaca más frecuente, es un ritmo cardíaco anormal caracterizado por un latido rápido e irregular de las aurículas (las dos cámaras superiores del corazón). Un metanálisis de siete estudios con casi 860.000 pacientes y 12.500 individuos con fibrilación auricular ha demostrado un aumento del ocho por ciento en la incidencia de FA por cada bebida estándar diaria adicional, que contiene alrededor de 12 gramos de alcohol.

El investigador principal del estudio, citado por "Science Daily", es el profesor Peter Kistler, del Alfred Hospital, Melbourne, Australia. Como "bebedores ligeros" se consideraron los que consumen de dos a siete vasos por semana, pero el incremento significativo de riesgo fue detectado a partir de los bebedores moderados, los que consumían 14 vasos por semana (unos dos al día). Un recordatorio de que quienes padecen FA deben limitar al máximo su consumo de alcohol.