El Papa ha bautizado a 27 niños, hijos de los trabajadores del Vaticano, en la Capilla Sixtina bajo los frescos de Miguel Ángel en una ceremonia que se ha convertido en una tradición de su pontificado y en la que ha pedido a sus padres que no discutan delante de ellos.

"Les aconsejo que jamás peleen delante de los niños. Es normal que los esposos peleen, pero háganlo cuando ellos no estén", ha señalado el pontífice durante su homilía. "No saben la angustia que tiene un niño cuando ve discutir a sus padres. ¿Es malo pelear?, no siempre. Pero que no lo vean los niños, por la angustia que les causa", ha agregado. Además, les ha instado a trasmitir la fe en casa. "La fe siempre se trasmite en dialecto, en el dialecto del hogar, en el clima del hogar. Es vuestra obligación, trasmitir la fe con el ejemplo y las palabras. Además, enseñándoles a hacer el signo de la cruz -ha explicado-. Antes de estudiar la fe va trasmitida y este es un trabajo que les toca a ustedes", ha remachado.