La felicidad en edad madura ayuda a la longevidad. Es decir, vivir feliz es uno de los ingredientes de la fórmula para vivir más. Eso sí, antes habrá que haber cumplido muchas décadas de vida con calidad. Esta conclusión, a la que aludió recientemente el presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Pontevedra y Vigo, Carlos Fernández Gómez, dio la pista sobre un estudio científico que pone luz sobre esta temática. La profesora en Escola Superior de Educação do Instituto Politécnico de Viseu e investigadora en el grupo "AgeingC", Lia Joao Pinho Araujo -que participó en el Congreso Internacional de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX), celebrado recientemente en Vigo- lo aborda en su trabajo "Envejecimiento positivo como estrategia de prevención en salud y educación a lo largo de la vida", que firma con otras dos autoras.
Un estudio de centenarios en la comarca de Oporto (Portugal) permitió evaluar la "Escala de Calidad de Vida", muy útil para analizar aspectos relacionados con el apego a la vida de los centenarios. "El concepto de envejecimiento exitoso en una edad muy avanzada culminó en los siguientes hallazgos: no debe definirse a través de criterios objetivos; comprende aspectos biológicos y sociológicos", explican. "Creemos que estudiar centenarios permite aprender algo sobre estos expertos supervivientes, pero también sobre los procesos de envejecimiento que se aplican a otros adultos", añaden.
En España, Castilla y León es la comunidad que más centenarios registra. Galicia ocupa el segundo puesto con más mayores en esta franja de edad, con más de un siglo. En la comunidad gallega suman 1.607, 161 más que el año pasado -según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2016, último del que hay cifras.-
Desde 2006 la cifra de ciudadanos mayores de 100 se triplicó y en un solo ejercicio creció un 11%.
El descenso poblacional en Galicia se acentúa cada año y en 2015 sufrió la mayor pérdida de población de su historia debido a la caída de los nacimientos en un 1,1% y el repunte de las defunciones en casi un 6%, indican desde la SGXX. Los mayores de 65 años ya representan la cuarta parte de la población gallega. El índice de envejecimiento alerta de la sangría demográfica entre la población gallega.
Galicia, con un índice de 188, es la segunda comunidad más envejecida, solo por detrás de Asturias. Otro de los datos que demuestran lo envejecida que está la comunidad gallega y su difícil futuro demográfico es el número de centenarios. Si se comparan las cifras con 2002 (primer año en el que empezaron a publicarse estas estadísticas) la cifra casi se multiplica por cuatro respecto a los apenas 422 personas que superaban esa edad en ese año.
Es decir, envejecer, llegar a ser longevo, es un fenómeno multifactorial. Vivir más años, en muchos casos, comporta hacerlo a expensas de padecer procesos de múltiples etiologías que condicionan la calidad de vida. Muchos de estos procesos quedan crónicamente establecidos y, además, condicionan un incremento en la necesidad de cuidados y una pérdida de autonomía de quienes los padecen.
El 59% de las personas mayores que viven solas han expresado tener sentimientos de soledad, han detectado. "Se trata de promover al máximo la autonomía, potenciando la propia capacidad para controlar, afrontar y tomar decisiones sobre la vida diaria", señalan desde la SGXX.
"Conseguir familiaridad en el centro, sentirse como parte de una "pequeña familia" donde recibas cariño, amor, comprensión y ayuda será fuente de confort, seguridad y placer en la vida de la persona. Mantener las costumbres de los mayores (en la medida de lo posible conservar los gustos, las rutinas y objetos de apego de cada uno" son algunas de las claves propuestas en otro estudio clínico.
Entre las fórmulas prácticas plantean taller de memoria; grupos terapéuticos; taller de educación emocional y prevención de trastornos afectivos en el mayor; terapia de reminiscencia; grupos de habilidades sociales y de comunicación; grupos de conversación; programa de gerontogimnasia; programas de ocio y tiempo libre y biblioterapia", son algunas de las propuestas desgranadas por la profesora de Bellas Artes, Ana Francisco Fernández, la técnica en Educación Rocío Romero López y la directora de una residencia, Sara Gabriela Silva, a lo largo del debate.
También destaca Lia Joao Pinho los beneficios de la intervención a través de educadores sociales, "lo que refuerza la necesidad de existir más" para los ancianos, aseguran. Los resultados revelaron mejorías en siete dimensiones: integración social, integración familiar, capacidades personales, autoconcepto, adaptación social, hábitos saludables y cambio cognitivo. El estudio se realizó a través de cuestionarios en centros de atención de la comarca de Oporto -hasta la zona limítrofe con Galicia- y a ancianos de hasta 84 años.
Uno de los grandes retos a los que se va a tener que enfrentar la UE n los próximos años será que la pirámide de edades se va a ver invertida. Pasará de un 0,1 % en 2020 a un -0,1% en 2030.
