Según datos del Instituto Nacional de Estadística, siete de cada diez niños de entre 10 y 15 años dispone de teléfono móvil, un uso que se dispara hasta el 95 por ciento a partir de los 16 años. Para hacer un uso responsable del dispositivo y prevenir conflictos y problemas más graves como acoso online y posibles adicciones, la Fundación Anar propone un contrato entre padres e hijos con pautas básicas.

Psicólogos de la entidad han elaborado un documento que incluye condiciones como un límite horario para utilizarlo, el uso de un sistema de control parental, la prohibición de que se lleve el teléfono al centro escolar, la responsabilidad de preservar su privacidad y sus datos o la obligación de alertar a los padres ante cualquier problema relacionado con el uso del terminal, entre otras. "Para aprender a ser autónomos y gestionar bien su tiempo, tienen que saber los límites dentro de los que se puede mover. Esto les evitará una ansiedad difícil de controlar", explicó Benjamín Ballesteros, director de programas de la entidad.

El contrato, que se encuentra en la página web de la Fundación Anar, debe ser leído de forma conjunta y firmado por ambas partes. La entidad también insta a los padres a reflexionar sobre el uso que ellos mismos hacen de estos dispositivos y a evaluar el impacto del teléfono móvil en la vida social de los menores de edad.