Más duradero y multitudinario que nunca, el tradicional Certame de Rondallas despidió las navidades en Gondomar con su colorido y sus ritmos marciales. Por primera vez en sus treinta y siete años de historia, el desfile se desplegó por las calles de mañana y de tarde y las abarrotó. Más de un millar de uniformados recorrieron el centro urbano en catorce agrupaciones participantes y miles de espectadores aplaudieron su música y coreografías desde la barrera.

La práctica totalidad de las agrupaciones de la provincia quiso estar presente en la cita gondomaresa, que no solo rebasó su marca participativa sino también la horaria. Fueron seis horas de espectáculo, que en esta ocasión no madrugó tanto como en anteriores ediciones y arrancó a las once de la mañana con la rondalla de Santa Eulalia de Atios.

El pase matinal finalizó a las tres de la tarde y contó con la presencia, por este orden, del grupo de la Asociación Cultural Musical Rondalla de Pontellas, la de Santiaguiño de Guizán, la de la Asociación de Veciños Galiñeiro de Vincios, la del Centro Cultural A Merced de Chaín, seguida de la del Centro Cultural Helios de Bembrive, la de Santa Eulalia de Mos, la de la Asociación Cultural e Social de Herville y la de la Asociación Cultural Peña de Freixo.

El turno de tarde arrancó en torno a las cinco y media con la Rondalla Santiago de Parada, seguida de la del Centro Cultural de Beade, la del Centro Veciñal e Cultural de Valadares, O Mosteiro de Pexegueiro. Cerró la jornada festiva la agrupación de la Asociación Cultural Recreativa San Mamede de Zamáns.

Como manda la costumbre, los grupos se encontraron en la principal intersección de la localidad con el vistoso cruce de banderas, en el que las capas y cintas de los "rondalleiros" teñían de colores al vuelo el ambiente entre los calurosos aplausos del público. Los emotivos saludos entre formaciones contaron con mayor presencia femenina que nunca y alguna de ellas presentaron una avanzadilla de banderas manejadas íntegramente por mujeres.

El repertorio volvió a mezclar folclore y música actual. Los pasodobles compitieron con las piezas de la tradición gallega y hubo espacio también para temas más propios de las salas de discoteca que sorprendieron a los presentes, versionados a ritmo de panderetas, bombos, castañuelas y gaitas.

Cada una de las agrupaciones tuvo un cuarto de hora para interpretar tres piezas y convencer al respetable en el entorno del ayuntamiento, donde fueron agasajadas por el gobierno municipal.