Más allá de la consulta del terapeuta o el psiquiatra, los pacientes con enfermedades mentales cuentan con otro tipo de apoyos que a través la literatura ofrecen dos proyectos diferentes y novedosos. Uno de ellos es la biblioterapia, una iniciativa presentada por la Consellería de Sanidade como apoyo al tratamiento de los trastornos mentales a través de lecturas recomendadas por los profesionales y también los pacientes.

"En las diferentes delegaciones de Feafes pasamos una especie de cuestionario para recopilar títulos de libros que hubiesen ayudado en un momento difícil a los pacientes y recomendaciones por parte de los profesionales", indicó la psicóloga clínica Belén Uzal, técnico de salud mental de la federación gallega. Las lecturas que aparecen en la guía se clasifican según el tipo de trastorno o problema para el que pueden servir de apoyo y también en función de la edad de los destinatarios.

A la hora de hacer la selección de los 142 libros que conforman Biblioterapia los profesionales hicieron una puesta en común y de ahí salió el listado final que pueden prescribir a sus pacientes. "Coincidimos en muchos así que sería complicado escoger solo uno pero es cierto que según la temática todos teníamos uno que nos servía de libro de cabecera", admitió la experta. Entre ellos, Con la mejor intención, centrado en las problemáticas de los adolescentes, o "El arte de amargarse la vida", que aborda la depresión.

No solo se trata de libros de autoayuda o psicoeducación ya que en la lista también hay novelas y libros de no ficción que constituyen una fuente de experiencias personales, emociones y conocimientos sobre la vida y en los que los pacientes pueden verse reflejados y encontrar un refuerzo positivo. Además de las recomendaciones de los expertos, el proyecto incluye un listado elaborado por los pacientes. "Son lecturas que les sirvieron en un mal momento y por eso las aconsejan", explica Uzal.

Estas lecturas saludables no se limitan a problemas como la depresión, el autismo o la ansiedad sino que también aportan estímulos ante momentos de dolor, para sentirse diferente, tomar decisiones, desarrollar resiliencia o hacer frente a la tristeza, entre otros.

Unas y otras lecturas, aclara la experta, no reemplazan a un tratamiento sino que permiten que el paciente "tenga una nueva perspectiva, una estrategia, pero con criterio. Es algo que hay que usar con cautela porque no todo a todo el mundo le sirve lo mismo", recalca.

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Biblioterapia por la salud mental