El "Frankenstein chino" está bajo arresto domiciliario. El genetista He Jiankui, que a finales de noviembre conmocionó a la comunidad científica global tras anunciar que había modificado genéticamente usando la técnica CRISPR/Cas9 a dos bebés nonatos para hacerlos inmunes al virus del sida, permanecía en paradero desconocido desde el pasado 28 de noviembre, cuando participó en un congreso sobre la edición del genoma humano en Hong Kong. Una misteriosa desaparición que se resolvió este fin de semana, cuando dos periodistas del periódico norteamericano "The New York Times" grabaron al genetista en la terraza de un apartamento de la casa de huéspedes de la Universidad de Shenzhen, en la que ejerce He Jiankui.

Según ha podido constatar el "Times", Jiankui permanece recluido en el apartamento, situado en la cuarta planta del edificio, y está custodiado por una docena de guardias que mantienen cerrada toda la planta. Los periodistas también pudieron ver en el balcón a una mujer, presumiblemente la esposa del científico, con un bebé.

Tras la misteriosa desaparición de He Jiankui, los medios internacionales especularon con un eventual arresto del científico por parte de las autoridades chinas, alarmadas por la controversia global que había generado su experimento. Un extremo que rechazó la Universidad de Shenzhen. Los medios locales han guardado silencio sobre el paradero de Jiankui y sus actividades en las últimas semanas, presumiblemente siguiendo directrices estatales.

Las actividades de He Jiankui están siendo investigadas por las autoridades chinas, que parecen decididas a ejercer un mayor control sobre los experimentos científicos. Días atrás, las autoridades chinas exigieron a las universidades del país que denuncien todos los experimentos ilegales de manipulación genética llevados a cabo en los últimos cinco años.