Lo que hace dos años se recibía como algo insólito en Ourense, una entrada de año sin nacimientos, va camino de convertirse en un acontecimiento corriente en esta provincia. Hasta casi el cierre de la jornada no se produjo el primer alumbramiento del año en la provincia. Fue el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense. Sucedió a las 21,29 horas. El niño, de nombre Daniel, pesó 3 kilogramos, y sus padres son Verónica González Pires, de 32 años, y Marcos Fernández, de 35, ambos naturales de Ourense.

En términos demográficos, 2018 no fue un buen año para Ourense. El número de nacimientos se desplomó en relación al ejercicio anterior al pasar de 1.405 en 2017 a 1.239, lo que supone una caída de casi el 12% en un sólo año. Si la natalidad se analiza en el contexto de la última década, la bajada es todavía mayor, llegando a un 32% de nacimientos menos en sólo diez años.

Según los datos que maneja el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, en 2008 se registraron en la provincia 1.824 nacimientos, 585 más que en 2018. En aquel momento, la media diaria de nacimientos era de casi cinco bebés por jornada (4,98). La cifra ha ido bajando gradualmente desde entonces pero la caída se ha agravado este último año al pasar de una media de 3,85 nacimientos al día a 3,40. Con estos datos sobre la mesa, las jornadas sin partos han dejado de ser una rareza en el hospital.

Hasta la llegada de Daniel, Vera era la última niña nacida en Ourense y la más rezagada de 2018. Hija de Raquel Rodríguez Lozano e Iván Arias Ogando, pesó 3,670 kilos y vio la luz a las 15.30 horas del lunes 31.

Su alumbramiento cierra un año con 1.239 nacimientos entre los que se incluyen 27 partos múltiples, uno de ellos de trillizos, siendo el resto gemelares. Cabe destacar que desde 2011 no se producía en esta provincia un parto de trillizos.

Por género, los niños fueron mayoría en una proporción de un 50,3% de nacimientos de hombres frente al 49,7% de mujeres. Esta tendencia se mantiene idéntica en los últimos diez años.