La Navidad tiene dos caras. La publicidad, los villancicos y las luces son la cara más amable de unas fiestas que no todo el mundo vive con la alegría y felicidad que se presupone. Quienes atraviesan una mala racha, han despedido a un ser querido durante este 2018 o simplemente asocian estas fechas con el acontecimiento que quebró sus vidas, las Navidades se convierten en una auténtica pesadilla. "Se habla mucho del estrés durante estas fiestas, pero uno los sentimientos que más aflora estos días es la tristeza. Cuando uno atraviesa un mal momento, estas fiestas son una época terrible. En las últimas semanas aumentan las consultas de pacientes que me dicen que les gustaría tener una puerta que abren el 23 de diciembre y en la que salen el 7 de enero", señala el psicólogo José Eduardo Rodríguez, presidente de la sección de Psicoloxía e Saúde del Colexio de Psicoloxía de Galicia.

Con poco margen a escapar del ambiente navideño que lo envuelve todo, los expertos tienen claro que la clave para sobrellevar mejor estas fiestas. "Tienen que tener libertad y hacer lo que el cuerpo les pida. Hay quien opta por no celebrar estas fiestas, quien decide irse lejos o quien las pasa normal en su casa", sostiene este psicólogo gallego, quien deja claro que no hay una "receta" única y anima a los familiares y amigos de estas personas a simplemente "estar cerca".

"Parece que hay obligación de estar y sentirse bien y hay gente que ha pasado una mala racha o que está melancólico porque falta alguien y muchas veces desde su entorno se les demanda que estén más animados", indica Rodríguez, quien añade: "Estas personas no precisan consejos ni que se les imponga o demande que celebren las fiestas, solo necesitan que los suyos estén cerca, les hagan compañía".

Más allá de la tristeza, los psicólogos reconocen que el estrés también repunta al llegar las Navidades. "La preparación de las cenas, las compras, los conflictos familiares hacen que en estas fechas haya personas más estresadas", explica Rodríguez, quien niega sin embargo que estas dos semanas de más tensión puedan derivar en problemas más complejos como una crisis de ansiedad. "Estas crisis o bien surgen ante una situación traumática o por acumulación de estrés, pero no de un par de semanas sino de más tiempo", indica este psicólogo, quien destierra mitos sobre este problema. "No se trata de estar algo más nervioso, una crisis de ansiedad cursa con taquicardia, hormigueos, los pacientes ven que les pasa algo que no saben lo que es y dudan si les está dando un infarto o se están muriendo", indica.