También ha mostrado su esperanza en que la tregua alcanzada por mediación de la Comunidad internacional en Yemen "pueda aliviar finalmente a tantos niños y a las poblaciones, exhaustos por la guerra y el hambre". El Papa ha tenido palabras para el continente africano "donde millones de personas están refugiadas o desplazadas y necesitan asistencia humanitaria y seguridad alimentaria". "Que el divino Niño, Rey de la paz, acalle las armas y haga surgir un nuevo amanecer de fraternidad en todo el continente, y bendiga los esfuerzos de quienes se comprometen por promover caminos de reconciliación a nivel político y social", ha implorado. Asimismo, expresó su deseo de que la Navidad fortalezca los vínculos fraternos que unen la Península coreana y permita que "se continúe el camino de acercamiento puesto en marcha". Igualmente expresó su cercanía con las comunidades cristianas de la "amada" Ucrania, en un momento de fuertes tensiones religiosas con Rusia. El presidente ruso Vladimir Putin condenó la semana pasada la creación en Ucrania de una Iglesia Ortodoxa independiente de la tutela rusa y denunció una violación "flagrante" de las libertades religiosas. Estas tensiones son un nuevo episodio del divorcio político, cultural y social entre Kiev y Moscú.