Llegó desde su país natal, Colombia, en 2017 para ejercer el sacerdocio en Cádiz. Miguel Ángel Ibarra estuvo un año en Jimena de la Frontera y desde septiembre de este año en Medina Sidonia. Sus feligreses hablan muy bien de él, siempre participativo y amistoso. Pero el supuesto cura no es tal, según el Obispado colombiano, que niega que fuera ordenado hace 20 años.

La diócesis de Cádiz lo ha destituido de manera fulminante al enterarse y el supuesto cura se fue sin dar explicaciones a su parroquia y desde Colombia, lugar en el que se encuentra para defenderse, asegura que no miente.

Bodas y bautizos válidos

La eucaristía o las confesiones practicadas por Ibarra mientras estuvo en España "no serían válidas" aunque "la gracia de Dios actúa" sobre los fieles de buena fe aunque estos hayan sido engañados por el falso religioso, explica una portavoz de la diócesis de Cádiz y Ceuta.

Sin embargo, la noticia del engaño ha hecho que muchos se preocupen sobre la validez legal de los matrimonios y bautizos oficiados durante su sacerdocio. "La gente no tiene que volver a casarse", indican desde el obispado, que aseguran que los matrimonios y bautizos siguen siendo válidos.

El traslado de Miguel Ángel Ibarra a España se produjo en virtud de un acuerdo firmado con la archidiócesis de Santa Fe de Antioquia. El 13 de diciembre, ésta les comunicó que "tras una denuncia de falsedad en sus documentos de ordenación, se había llevado a cabo una profunda investigación que concluía que Miguel Ángel Ibarra no había sido nunca ordenado sacerdote", explica la diócesis española en un comunicado.

"La diócesis de Cádiz y Ceuta lamenta que, hechos como este, puedan ensombrecer la labor de sus párrocos y sacerdotes debidamente ordenados, que sirven a la Iglesia diocesana, cada día, de manera ejemplar", añadió.