Antonio Durán "Morris" preside desde hace cinco años la ONG Hoy por Ti, un cargo que asume "con agrado pero con cierto pudor" porque "el verdadero esfuerzo -asevera- lo hacen sus voluntarios".

-De narcotraficante [en la ficción] a presidente de una ONG, vaya salto.

-Lo de narcotraficante fue algo accidental. Bueno, y lo de la ONG también un poco, pero una vez que te ofrecen algo así gente honrada es difícil decir que no. Yo entiendo que como yo me he hecho visible últimamente por "Fariña", una causa como esta también se puede visibilizar con una cara conocida. Pero el verdadero esfuerzo lo hacen ellos, que son los que llevan día a día el trabajo y quienes mantienen en pie esto.

-Muchas veces no vemos lo que sucede a nuestro alrededor o no queremos verlo...

-Está claro. Y lo que es más triste es que solo lo recordemos en fechas señaladas. La vida es muy dura y hay gente que está pasándolo fatal. Y quien no tenga claro que esto ocurre, y que hay que echar una mano o, por lo menos, solidarizarse es que está en una burbuja o vive en otro mundo.

-Porque estamos hablando de personas que viven a escasos metros de nosotros...

-La crisis provocó una serie de muertes y de caídas por el camino de gente que ahora no se termina de recuperar. Todos conocemos a alguien que vivía de una manera más o menos acomodada que de repente lo perdió todo y que ahora les es imposible reinventarse porque como esta sociedad decida que no formas parte de su engranaje, por más que te empeñes, te das contra una pared. Esta ONG nace para apoyar, desde un lugar muy discreto, a toda esta gente, personas trabajadoras que te puedes encontrar por la calle bien vestidas pero que realmente tienen la nevera vacía.

- Cambiando de tema. ¿Qué balance hace de este año repleto de premios?

-El año anterior trabajé mucho y este tal vez gané prestigio. Es como cuando hablamos de la ONG: de repente algo te visibiliza y la gente revisa tu historial y dice: "¡Vaya! Este tipo lleva 40 años haciendo esto y lo otro".

-Ocurrió así, pero también pudo no haber ocurrido.

-Claro, porque "Fariña" surgió como surgió y salió enseguida porque ellos mismos pusieron el foco con las denuncias. Fue una confabulación de todo porque además la serie terminó con las imágenes de un informativo con parte de ellos detenidos a día de hoy. Son cosas que te hace pensar que la realidad y la ficción a veces van tan unidas y a veces la realidad mejora la propia ficción.

-¿Qué proyectos tiene que pueda adelantar?

-Estoy rodando una serie para Netflix, "Altamar", donde hago de detective de un transatlántico que sale de Vigo hacia Brasil; y para primavera tengo una película muy bonita con Zarauza en las Ons, y seguiré con la gira de "A leituga". Lo que más me gusta es que tengo proyectos en los tres lenguajes: cine, teatro y televisión.