La directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos, se mostró ayer convencida de que no habría habido polémica sobre la exposición "Leonardo da Vinci: los rostros del genio" si su comisario, el presentador Christian Gálvez, no fuera un personaje "famoso". "Estoy harta de esta polémica", dijo en relación al debate surgido por la muestra sobre Leonardo da Vinci que tiene una doble sede, la propia Biblioteca Nacional (BNE) y el Palacio de las Alhajas en Madrid, después de que el Comité Español de Historia del Arte acusara a Gálvez de "intrusismo profesional" por su papel de comisario.