La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a los padres de una bebé de tres meses que murió en 2016 tras no ser alimentada correctamente y, además, sufrir un traumatismo, a una pena de 20 años de prisión y un día como autores de un delito de asesinato con agravante de parentesco. El fallo afirma que los padres no le prestaron los cuidados elementales de "forma deliberada y reiterada, siendo conscientes de que con tal falta de cuidados le podrían provocar la muerte, lo que aceptaron".