"El secreto de un buen matrimonio es casarse con el otro sin divorciarse de uno mismo", aseguró el experto en relaciones de pareja. Es decir, "complacer al otro sin perjudicarte a ti mismo". Y es que Bolinches ha visto en su dilatada carrera profesional a "demasiadas personas que dejan de ser ellos mismos para complacer a la otra persona". No nos desorientemos, ni tratemos de engañar al otro, aconsejó.

Aún así, la convivencia se plantea como una prueba de madurez. Y la madurez consiste según su visión en las experiencias bien asimiladas. "La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con eso que te sucede".

Por contra, "cuando uno no convive con nadie, el ego se hipertrofia; se cree el centro del mundo". Pero "cuando uno ha de compartir el mundo, se autocrítica para mejorarse porque convivir significa conceder", indicó. "Si cuando estás solo te sientes solo, es que entonces quizás estás en mala compañía", aseguró cosechando carcajadas entre un público muy cómplice que se atrevió con preguntas incómodas.

Pero entre los pilares argumentales de Bolinches también está el de aceptarse. "El amor maduro disfruta de la presencia sin sufrir la ausencia", expresó. En la misma línea, la pareja que plantea el sexólogo es un triángulo en el que están"la pareja y la madurez". Aunque Antoni Bolinches defiende que uno se puede enamorar a cualquier edad de la vida, también asegura que "no de la misma forma". Ejemplificando en sus palabras: "El amor no tiene edad, pero las personas sí". "Con una edad nos debemos enamorar con el sentimiento y la razón". Sobre las redes sociales y su impacto en las nuevas relaciones, Bolinches cree que "han creado un nuevo modelo de seducción", pero la "prueba del algodón" sigue siendo la cita personal.