El talco que vendía Johnson & Johnson contenía pequeñas cantidades de amianto, un material cancerígeno, y la poderosa compañía estadounidense lo ocultó durante 40 años. La bomba informativa la detonó el pasado viernes la agencia de noticias Reuters, y las acciones del gigante de productos farmacéuticos y de higiene se hundieron un 10 por ciento en la Bolsa de Nueva York. Se trata de su mayor caída porcentual en más de 16 años, y ha supuesto una pérdida de más de 35.000 millones de euros de capitalización bursátil.

La prestigiosa agencia británica de noticias basa su información en documentos confidenciales e informes internos de Johnson & Johnson, que revelarían que la multinacional conocía la presencia de asbesto -la otra denominación del amianto, aunque la Real Academia distingue entre ambas- en sus productos desde 1971. La noticia llegó después de una cascada de demandas colectivas presentadas por mujeres en EE UU. En los 6.000 casos presentados se afirmaba que los productos Baby Powder (talco para bebés) y Shower to Shower (talco dirigido a mujeres) causaban cáncer de ovario.

Sin embargo, la Food & Drug Administration (FDA), considerada la máxima autoridad en seguridad farmacéutica y alimentaria de Estados Unidos, realizó un estudio que no detectó presencia de amianto en el producto. Aun así, un jurado de San Luis le ordenó pagar más de 4.000 millones de euros de indemnización a 22 de mujeres y a sus familias.

Reuters asegura también que J&J encargó y pagó informes sobre el Baby Powder. La compañía ha respondido que "cualquier sugerencia de que Johnson & Johnson sabía u ocultaba información sobre la seguridad del talco es falsa".