"Estamos ante una nueva carrera armamentística muy alarmante". Con esta contundencia se refirió Pedro Baños, coronel del Ejército de Tierra, diplomado de Estado Mayor en reserva y experto en Geopolítica, a la restitución del servicio militar obligatorio en estados como Francia y Marruecos, país este último que acaba de renovar, añadió, sus tanques y aviones de combate, que ya eran de los más modernos del mundo.

El autor de "El dominio mundial. Elementos del poder y claves geopolíticas" (Ariel), obra que presentó ayer en un Club FARO abarrotado, desgranó algunos de los mecanismos de los que se vale el poder mundial -entendido como la capacidad de imponer de modo absoluto la voluntad propia sobre los demás- y explicó cuáles son los grandes condicionantes geopolíticos.

Uno de ellos es el militar, empleado actualmente más como elemento disuasor que para atacar. La guerra, explicó, se desarrolla de una manera más sutil. "Los servicios de inteligencia están en una guerra permanente, constante y hoy no solo se espía, se ciberespía. ¿Y cómo se pelea en el ciberespacio?: Hakeando (rompiendo los sistemas del otro), robando tecnología y también desinformando. Hoy estamos todos sometidos a unos niveles de desinformación que no podemos ni imaginar", afirmó el invitado del Club FARO, que fue presentado por Jose C. Prado, analista en Geopolítica y delegado en Galicia de CISEG (Comunidad de Inteligencia y Seguridad Global).

Según el experto en Geopololítica, en esta contienda no hay buenos ni malos porque cada uno trabaja en beneficio de su país. "El problema -dijo- es que el objetivo de uno y otro somos los ciudadanos porque la cosa es someternos". Y aquí, la tecnología juega un papel fundamental. "Esta va a permitir el control absoluto de nuestras mentes", advirtió.

Asimismo, la inteligencia artificial cambiará la forma en que se libran los conflictos bélicos. "Vamos hacia las guerras robotizadas, lo que conllevará la deshumanización de la guerra, de por sí inhumana porque quien controla las emociones, controla las decisiones, ya que lo efectivo son los afectos, ir a lo afectivo", explicó.

El verdadero poder no está, sin embargo, en el potencial militar, sino en la economía. "La geopolítica no es más que la expresión concentrada de la geoeconomía", afirmó el ponente, quien añadió que todo lo que pasa en cualquier parte del mundo, afecta al resto. Y este es, explicó, uno de los motivos que le llevó a escribir este libro y su antecesor, "Así se domina el mundo".

"El problema es que sabemos lo que pasa en el mundo, pero no por qué. Como los grandes disturbios de estos días en Francia. ¿Sabemos qué está pasando en realidad? Y es algo que no tardará en darse en otros países", alertó.

El experto habló también de los fenómenos migratorios desde los países con exceso demográfico hacia Europa, deficitaria en este sentido, de los que solo estamos comenzando a ver la cabeza, alertó. "No estamos ni siquiera empezando con el problema", sentenció Baños, quien resaltó que mientras que en países como España la media de hijos por mujer apenas es de 1,2, "a unos kilómetros", en África, aún es de 7, un dato al que hay que sumar la edad de maternidad. "Cuando aquí la mujer es madre por primera vez, allí está naciendo la segunda o tercera generación", explicó el ponente, quien aseguró que el condicionante demográfico requiere medidas urgentes. "Estamos hablando de seres humanos, que viven en la pobreza más absoluta, es decir, con lo que supone vivir aquí, no allí, con 1,5 dólares al día, y que lo que hacen es lo que haríamos cualquiera de nosotros, creyendo, además, que al otro lado les esperan todas las maravillas. Nosotros somos unos privilegiados si pensamos como vive la mayoría del mundo", explicó.

El geopolítico aseguró que, según los expertos en economía, en menos de tres años habrá "una grandísima crisis mundial, de la que la peor parada será Europa". Uno de los motivos ya se está viendo ahora: el precio de dinero está subiendo, lo que hará que, de nuevo, las familias no puedan hacer frente a las hipotecas, pero no solo eso, según Baños. "No solo hablamos de endeudamiento familiar, también del de estados y de empresas", dijo.

También habló de la pérdida de poder de Europa, cuyos Estados miembro son sus principales competidores, lo que imposibilita que Unión Europea pueda exportar lo que realmente tiene capacidad de producir.