Un nuevo fármaco dirigido a través de la nanotecnología permitirá tratar con eficacia terapéutica a las personas que se encuentren en la fase inicial de un ictus. Tras cuatro años de investigaciones, el investigador gallego Andrés da Silva acaba de presentar su tesis internacional sobre los avances producidos en la búsqueda de un tratamiento basado en la nanotecnología para los pacientes que han sufrido un ictus.

Se trata de una enfermedad cerebrovascular que constituye uno de los principales problemas socio-sanitarios en España. Es la segunda causa de muerte global y la primera en mujeres, además de la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda causa de demencia. Cada año, unos 110.000-120.000 españoles sufren un ictus y, de ellos, aproximadamente un tercio queda con secuelas. Esta situación hace que ocasione un gasto sanitario anual de aproximadamente 1.250 millones de euros, sin contar el impacto personal y familiar.

La tesis de Da Silva, miembro del Laboratorio de Neurociencias Clínicas del Idis, profundiza en un proyecto en el que el grupo de Neurociencias del Hospital Clínico de Santiago (IDIS) viene trabajando desde hace años, con el objetivo de encontrar un fármaco que pueda ayudar a reducir las lesiones neuronales tras un ictus.

En concreto, buscan un tratamiento que pueda ser administrado a un gran numero de pacientes, ya que los tratamientos actuales apenas pueden beneficiar a cerca del 20% de los enfermos. El reto de esta tesis era conseguir una estrategia terapéutica que se pudiera aplicar incluso antes de la llegada del enfermo a un centro hospitalario, es decir, en un centro de salud o en el propio transporte sanitario.

A lo largo de los cuatro años de elaboración de esta tesis doctoral, en colaboración con el laboratorio de la profesora Mabel Loza (IDIS), y el profesor Eddy Sotelo, ambos de la USC, se encontró un nuevo fármaco con eficacia terapéutica durante la fase inicial del ictus y que fue probado en una población de 50 enfermos con ictus isquémicos.

Para lograr el objetivo de incrementar la eficacia de este nuevo fármaco y dentro del marco de la línea de investigación de la tesis, el grupo colaboró con el profesor Samir Mitragotri, de la Universidad de Harvard, para idear además un novedoso sistema de nano-encapsulación capaz de dirigir el tratamiento a la región cerebral afectada.

Al tratarse de una tesis con carácter internacional, Andrés da Silva hizo su defensa ante un tribunal internacional de alto prestigio integrado por la profesora Carmen Álvarez-Lorenzo, de la USC, y referente internacional en el campo de la farmacología aplicada; y el profesor José Vivancos, referente internacional en el campo del ictus cerebral y jefe de servicio del Hospital Universitario La Princesa de Madrid. Como miembro internacional del tribunal estuvo el profesor Wolfgang J. Parak, de la Universidad de Hamburgo, también referente mundial en el campo de la nanotecnología. La tesis, titulada "Nano Neuroprotection against glutamatergic excitotoxicity in isquemic stroke" obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude.