El Papa afirmó que es posible vender bienes de la Iglesia o hasta templos que hayan quedado inutilizados "en caso de necesidad" de los pobres, aunque esa "no debe ser la primera o única solución". El Papa hizo esta declaración en la conferencia "¿Dios ya no vive aquí? Venta de los lugares de culto y gestión integrada de los bienes culturales eclesiásticos", en Roma.El pontífice, en primer lugar, defendió la necesidad de conservar los bienes de la Iglesia, pues son "testimonios de la fe de las comunidades que los produjeron durante siglos y, por esto, son a su modo instrumentos de evangelización".Señaló que estos bienes culturales podrían ser conservados "también aunque no sean utilizados en la vida cotidiana" mediante su exposición museística".