Antonio Garrigues Walker huye a sus lúcidos 84 años de los extremismos ingenuos y trae bajo el brazo, con moral indesmayable, su vieja receta de un liberalismo activo y empático para afrontar los retos de hoy que aborda en su flamante libro, 'Manual para vivir en la era de la incertidumbre' (Deusto), una obra fruto de sus artículos elaborada con la colaboración de Antonio García Maldonado. Jurista de prestigio internacional, ensayista, dramaturgo y filántropo, Garrigues Walker demostró su afán aventurero en la década de 1970 cuando abrió el primer despacho de abogados español en Estados Unidos o cuando impulsó años después un partido reformista junto con los convergentes catalanes de Miquel Roca que se saldó con un estruendoso fracaso. "Lo hicimos fatal", reconoce a Epipress el presidente de la Fundación Garrigues, mientras da la voz de alarma por el dramático descenso demográfico que registra nuestro país. A este respecto su conclusión es clara: No se puede responsabilizar en exclusiva a las mujeres del cuidado de los hijos privándoles de su desarrollo profesional. Está, en fin, muy interesado en seguir los estudios sobre la inmortalidad biológica, pero asegura en la Fundación Rafael del Pino que de momento no espera resucitar.
- Las redes sociales nos atiborran de información sin descanso pero usted dice que el mundo ha dejado de ser comprensible. ¿Qué ha pasado?
-El exceso de información ha traído una incapacidad para entender la realidad a lo que se suma el predominio de las noticias falsas que circulan por la red con más facilidad que las verdaderas y objetivas. El mundo se ha desordenado. Supongo que al final acabaremos entendiendo cómo manejarnos en esta especie de selva.
- Con la revolución digital se disparan los nacionalismos, la xenofobia y el populismo. ¿Qué es lo que está fallando?
-Las redes sociales influyen en estos fenómenos pero lo que disparan los nacionalismos, la xenofobia y el populismo son la desigualdad económica y el temor a la inmigración. Lo vemos con Trump, el Brexit, Italia o la pérdida de poder de Angela Merkel por su generosidad con los inmigrantes.
- Como buen conocedor de los Estados Unidos, ¿suponen realmente los resultados de las recientes elecciones un revés para Donald Trump?
-Suponen una advertencia más bien para los demócratas a pesar de que Trump ha perdido una de las cámaras, lo que le limitará la enorme capacidad ejecutiva como presidente de los Estados Unidos. A los demócratas se les ha dicho que no basta con descalificar a Trump y que tienen que presentar propuestas alternativas. Cuando descalificas a un populista en vez de debilitarlo, lo refuerzas.
- ¿Qué tienen en común Trump y el Brexit?
-Con Trump y el Brexit se ve claramente el temor a la inmigración. No habría habido Brexit si hubiéramos eliminado el pacto de Schengen. Trump además quiere aislar completamente a Estados Unidos.
- ¿Qué análisis hace de lo que ocurre en Cataluña?
-Lo que prima entre algunos catalanes son factores emocionales, históricos y culturales. Es un asunto que viene de lejos y que existe también en Italia, Bélgica y Córcega. Hay que apostar por el diálogo y eso es lo que echamos algunos de menos.
- ¿Va España camino del suicidio demográfico?
-Totalmente y es un asunto muy complicado de solucionar porque no podemos convencer a las mujeres de que tengan cuatro hijos. Es una tarea imposible e injusta si para ello tienen que renunciar a su carrera profesional. Hay que cambiar muchas cosas y entre ellas los restos de machismo que responsabilizan a las mujeres en exclusiva del cuidado de los hijos. La maternidad no puede ser un impedimento para el desarrollo profesional de una mujer.
- A la luz de su experiencia internacional, ¿es España un país especialmente corrupto?
-No y además está mejorando mucho debido a la acción de la Justicia que ha dejado claro que el corrupto lo paga. El mensaje es importante para los jóvenes porque se les dice que no merece la pena ir por ese camino para acabar cayendo de una forma además deplorable.
- ¿Qué le sugiere la entrada en la cárcel de Rodrigo Rato, exministro de Hacienda, ex director general del FMI y expresidente de Bankia?
-Que ha cometido acciones por las cuales ya ha pedido perdón y está pagando su condena. Se ve que la Justicia funciona.
- Pero, ¿no ha quedado muy tocado el prestigio de la Justicia española tras las sentencias sobre Otegui y el ridículo del Tribunal Supremo con el impuesto de las hipotecas?
-No, pero la Justicia tiene que hacer autocrítica y pensar que viene una época en la que en la acción de los tribunales no va a ser decisiva la norma obsoleta sino la jurisprudencia. Se tiene que preparar para dar este paso.
- En alguna ocasión usted llegó a comentar que si el independentismo ganara un referéndum en Cataluña no sería tan malo como la gente teme. ¿Me lo puede explicar?
-Si se demostrase que una gran mayoría de catalanes, el 60 ó 70 por ciento, desea la independencia sería complicado eliminar la posibilidad de celebrar un referéndum. Esa mayoría no existe y parece difícil que llegue a existir a corto o medio plazo.
- ¿Por qué fracasaron usted y Miquel Roca con aquella operación reformista que pretendía llevar a Convergència al Gobierno de España?
-Lo hicimos muy mal. Apenas logramos votos y no voy a culpar a los ciudadanos de ese fracaso. La operación era interesante pero la propusimos a destiempo y no la explicamos bien.
- ¿Qué aporta la llegada de Podemos y de Ciudadanos?
-Con esas fuerzas se representan en España todas las tendencias y habría que incluir a Vox que puede llegar a tener una significación importante en el futuro. En toda Europa hay partidos de ultraderecha y no sé por qué España tiene que ser una excepción.
- ¿Dónde está representada hoy en España su opción liberal?
-En Ciudadanos que ya se ha declarado liberal pero no basta con decir que lo eres sino que también hay que comportarse como un liberal no solo en lo económico sino también en lo cultural, social y religioso.
- ¿Ha negociado bien España su integración en la Unión Europea?
-Muy bien. Los españoles tienen que ser conscientes de la enorme deuda que tienen con Europa por el apoyo económico que nos ha prestado. Con los alemanes tenemos que ser especialmente agradecidos porque han liderado ese apoyo que ha sido decisivo.
- ¿Necesita la Monarquía de un referéndum para legitimarse ante las nuevas generaciones?
-No lo veo necesario. La Monarquía ha cumplido su papel muy bien.
- ¿Cómo le recibieron en Estados Unidos cuando abrió allí el primer despacho de abogados español?
-En general todos nos recibieron muy bien pero hubo algunos, como es lógico, que nos rechazaban porque nos veían como unos intrusos. A estos les recordaba que si había despachos norteamericanos en España también podía haber despachos españoles en Norteamérica por el derecho de reciprocidad.
- En nuestro mundo siguen conviviendo el hambre y los paraísos fiscales. ¿Qué debemos hacer para acabar con estas dos lacras?
-Enriquecer a los que lo necesitan para hacer un mundo más sostenible. Es irresponsable pensar que estamos en el mejor momento de la historia de la humanidad. A los paraísos fiscales ya les está poniendo coto la Unión Europea.
- ¿Cómo lleva usted toda esta polémica surgida en torno a la exhumación de los restos de Franco?
-Me entristece la reacción que ha generado esta exhumación aprobada por el Congreso de los Diputados. Espero que se produzca y que la gente se calme.
- ¿De dónde surge el creciente rechazo a los refugiados?
-La gente teme que planteen problemas sociales, les quiten los puestos de trabajo y mermen la seguridad de la comunidad. Se inventan excusas sin darse cuenta que no ha habido ningún proceso migratorio que no haya sido positivo para el país que acoge al inmigrante. La historia de la humanidad es la historia de las migraciones. Lo que tenemos que hacer es establecer unas reglas comunes sobre todo en Europa.
- Creo que está usted muy interesado en la criogenización del cuerpo, es decir en tratarlo médicamente para que se pueda reanimar en el futuro. ¿Está pensando en ello para usted?
-Me interesa mucho este tema y el de la inmortalidad biológica pero no creo en ellos porque plantean muchos problemas jurídicos y sociales. Desde luego, yo no espero resucitar porque para ello pondría muchas condiciones.
