Juan Manuel Burgos Velasco (Valladolid, 1961) es el fundador y presidente de la Asociación Española de Personalismo ?y de la Asociación Iberoamericana de Personalismo, así como director y fundador de "Quién. Revista de Filosofía Personalista". También es director del máster en Antropología Personalista en la Universidad Católica de Valencia, profesor titular en la Universidad CEU San Pablo de Madrid y el Instituto Juan Pablo II (Madrid). A lo largo de su trayectoria ha recibido la medalla de la Universidad Anahuac en Humanidades, el premio de investigación en Humanidades Ángel Herrera de la Universidad CEU-San Pablo y fue visitante distinguido de la Universidad Galileo (Guatemala). Imparte conferencias sobre "Persona masculina, persona femenina. Varón y mujer desde la Filosofía Personalista".
-¿Qué valores propugnan desde la Filosofía Personalista?
-Nosotros ponemos en valor a la persona humana, que aunque parece algo muy frecuente ahora fueron pocos los filósofos que lo usaron como noción central. Presenta contenidos especiales porque pone de relieve la dimensión de la libertad como principio de autodeterminación, de subjetividad y de las relaciones personales. También contempla el concepto de igualdad en la diversidad.
-¿Coincide en las teorías que diferencian cerebro de varón y cerebro de mujer?
-Eso es una cuestión científica que no parte de la Filosofía. Parece que se confirma que los cerebros son básicamente iguales pero también existen algunas diferencias: unas de tipo anatómico y otras que tienen que ver con las conexiones neuronales.
-A efectos reales, ¿en qué se traducen esas diferencias en las conexiones neuronales?
-El cerebro es lo que sostiene a la persona. La estructura en hombres y mujeres es igual: unos y otros tienen las mismas capacidades básicas, pero luego se modeliza diferente en actividades cotidianas. Podría decirse que existe una forma de hacer las cosas que tiene rasgos femeninos y otra, de rasgos masculinos.
-¿Se atrevería a señalar cuáles son las destrezas masculinas y cuáles las femeninas?
-Doy clase de Filosofía y de Psicología y lo que me encuentro en la universidad es que un 80% del alumnado son mujeres y en el máster de Psicología llegan al cien por ciento. No es que se discrimine a los hombres, sino que ese tipo de estudios está más asociado a las mujeres porque son mejores en la atención a las personas por su empatía y capacidad de escucha. Al hombre se le asocia más a trabajos más instrumentales, como la Ingeniería.
-¿El lenguaje invisibiliza al sexo femenino?
-El español es uno de los idiomas que tiene los rasgos femeninos y masculinos más marcados, algo que no ocurre con el inglés, por ejemplo. Se habla de ir hacia un lenguaje más inclusivo cuando otros no lo tienen. Hay que visibilizar las cosas, pero sin caer en la exageración. Todo lo que se dice sobre el lenguaje inclusivo me parece que está llegando a una exageración ridícula.
-¿Qué opina de las reivindicaciones del movimiento feminista?
-Estoy en contra de cualquier discriminación hacia la mujer. Históricamente la hubo y fue muy real. El movimiento feminista contribuyó a eliminar esa discriminación, pero hay que ver hasta qué punto ha sido superado. No es lógico que se mantenga esa reivindicación si no hay discriminación. Hoy no creo que haya discriminación. Con todo lo que se ha hecho, la gente no piensa en una persona si es hombre o mujer. Tampoco se paga por el hecho de ser hombre o mujer, sino por el cargo o las tareas que realizan. En términos generales, en este momento en España no existe discriminación hacia las mujeres.
-¿Cómo influyen las diferencias entre el cerebro masculino y el femenino ante circunstancias de violencia de género?
-Sucede por la mayor capacidad física del hombre, que cuando no consigue algo de la mujer trata de hacerlo por las malas, a base de violencia. Creo que es lamentable. La violencia machista debe ser perseguida, pero sin eliminar el principio de igualdad e inocencia ante la ley. No es positivo que se establezcan culpabilidades a priori para el hombre.
