Poco a poco las mujeres están accediendo a las instituciones académicas y el próximo 1 de diciembre la artista plástica viguesa Menchu Lamas formalizará su ingreso en la Real Academia de Bellas Artes, tras ser elegida el 28 de mayo junto a la escultora Soledad Penalta dentro del proceso para cubrir las vacantes de miembros numerarios de la institución, fundada en 1849. Será el color tan característico de sus obras el que dé título a su discurso de ingreso, "Cando a cor respira". También está presente en su última exposición, en Artium (Vitoria), donde "Colores nómadas" rinde homenaje a esta artista, la única mujer que formó parte del colectivo Atlántica, grupo cultural que surgió en Vigo en los 80 entrelazado con la Movida viguesa y con influencias mutuas.

Lleva por lo tanto casi cuarenta años dedicada al mundo plástico, los mismos que cumplirá el próximo 6 de diciembre la Constitución. Esa efeméride se celebrará en el museo Reina Sofía con una exposición en el Senado y diferentes espacios públicos de una selección de obras en la que también se han incluido varias de Lamas. La inauguración será el 30 de noviembre, por lo que la artista, que llegará a Vigo para su nombramiento como académica, no podrá estar.

"Pasamos de un momento complejo socialmente a que la cultura se pudo introducir en la sociedad, y el color coge ese aire de libertad, por eso escogí el título de "A cor que respira" para mi discurso de ingreso, por esa coincidencia de los 40 años de mi trabajo, de la Constitución y de mi llegada a la Academia", explica.

Llegó al arte de la mano de la fotografía llevada por su interés por la imagen, pero pronto descubrió que lo que quería era "tocar la materia". "Ese placer fue algo que me entró por todos los sentidos", confiesa. La pintura se convirtió en su gran pasión, y tras las primeras exposiciones colectivas, en las que a menudo era la única mujer, llegaron las primeras invitaciones de galerías de Madrid y extranjeras. "Los inicios siempre son difíciles pero también apasionantes, porque estás creando algo nuevo y cuando tienes interés y te empiezan a llamar para exponer entras en un espacio de rapidez de creación... todo fue bastante rápido", admite.

Al respecto de la poca representatividad del sector femenino en las instituciones, Lamas admite que aunque el avance sea lento, lo importante es que no haya pasos atrás. "El techo de cristal del que siempre se habla está cada vez más cerca pero no hay forma de atravesarlo todavía, es una batalla lenta en la que lo importante es no dar nunca pasos atrás porque es muy fácil retroceder. El poder avanzar, aunque sea poco a poco, es lo que nosotros queremos", aseveró para acto seguido remarcar que "cada gota suma".

El próximo 1 de diciembre será la quinta académica en sentarse en la Real Academia de Bellas Artes en un acto que quiso que fuese en el MARCO, un lugar que el grupo Atlántica, del que ella formaba parte, reclamó para museo cuando todavía era una vieja prisión. "Fui una de las que reivindicó que una cárcel fuese un lugar de creación y libertad creativa y de arte contemporáneo porque es una visión hacia el futuro", subraya la artista, muy atenta al proceso actual que vive la institución tras la apertura del concurso público para elegir a un nuevo director. "Estuvo en un impás y ahora hay una esperanza, y eso es lo que queremos, que haya una nueva dirección en un centro que es de arte contemporáneo", reivindicó.

Lamas, que describe a Vigo como una "ciudad muy creativa", subraya que el museo MARCO "debe ser un foco para la sociedad, un lugar donde la cultura tiene que radiar para la ciudad". Así, además de explicar su proceso creativo, Lamas abordará también en su discurso la cuestión colectiva en el arte y la relación entre los distintos campos. "Los artistas no solo trabajamos en el estudio, también lo hacemos para que nuestro trabajo se vea, porque la cultura es la única forma de que una sociedad avance", aseveró.