Si "The Square" despellejaba sin piedad el mundo del arte con herramientas de humor sesudo y formas agresivas, "Mi obra maestra" opta por un humor más suave y popular agitado por dos actores competentes y una realización correcta pero de escasa imaginación. Una película sobre el valor de la amistad, en este caso entre dos seres que afrontan la vida, y el arte, con planteamientos muy distintos y distantes. Engaños, reveses, discordancias vitales, pequeños grumos de drama y pinceladas de humor nada brusco y a ratos emocionante, "Mi obra maestra" está de lejos de serlo pero se ve con indudable agrado.