El obispado de Salamanca pidió ayer a todas las personas que hayan sido víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes de esta diócesis que denuncien porque estos delitos no prescriben en el derecho canónico. De este modo, el obispo salmantino, Carlos López, respondió en un comunicado a los últimos casos conocidos de abusos sexuales cometidos a niños por parte de varios sacerdotes de esta diócesis, conocidos a través de varias informaciones de "El País". El obispado asegura también que la Iglesia universal y diocesana "pide perdón por el daño causado a sus hijos más indefensos y anhela ofrecerles justicia y reparación". Declara, igualmente, la voluntad de que "ningún delito de abusos cometido por sus sacerdotes quede oculto", por lo que pide a todas las personas que "hayan sido víctimas de estos delitos" que "confíen en la justicia canónica y hagan llegar su denuncia al tribunal eclesiástico o al propio obispo, en la forma que estimen más oportuna y fácil para ellas".