Francesco Arcuri, expareja y padre de los hijos de Juana Rivas, afirmó ayer que los niños "son las únicas víctimas" de su caso y que, "ahora como antes" para protegerlos y ayudarlos, prefiere callarse, sin que le importe a nivel afectivo lo que uno de ellos pudiera haber dicho. "Hablar de lo que ha podido decir un niño es, por sí, violencia deplorable", dijo el ciudadano italiano en un comunicado remitido a Efe.