Catalina Gumma, directora de Empresas de CaixaBank en Galicia, hablará el próximo jueves 15 en eWoman, en la sede viguesa del Círculo de Empresarios de Galicia, del equilibrio que ha logrado entre su vida personal y profesional; del liderazgo emocional con el que la mujer puede transformar la sociedad y también de la capacidad de impactar y de influir. "De nuestra fuerza como mujeres y directivas -destaca-, para que por medio del trabajo colaborativo mejoremos y potenciemos nuestro futuro y el de nuestras generaciones".

-¿Cuál es la clave del éxito profesional? ¿Hay dificultades en el día a día?

-Creer en ti misma sin que te afecten factores externos que sabes no se centran en tus méritos profesionales. Hay que dejar espacio a los sueños para alcanzar metas en la vida real. Es importante soñar, poner el límite casi en lo imposible, y así llevar tu carrera y la de los que te rodean, tu equipo, a lograr grandes satisfacciones. Se puede opinar que esto generaría frustración, porque los sueños, sueños son, pero todas somos conscientes de ello y eso no implica la renuncia a poner el listón más alto. En eso, las mujeres destacamos y tenemos una capacidad más natural para hacerlo. Pero no todo es fácil, es un camino bacheado, es posible, pero pensando, diseñando la estrategia, poniéndola en marcha, analizando las desviaciones con puntos de control y sobre todo, con mucho trabajo y esfuerzo, es posible conseguir cualquier resultado. Los que me conocen saben que puedo ser cerebral en los proyectos en los que me implico, aunque siempre trato de conjugarlo también con otras claves como la pasión que debe estar presente en todo aquello que haces.

- Solo uno de cada cuatro puestos directivos son ocupados por mujeres. ¿Cuál es la clave para llegar a ser directiva en un sector tradicionalmente masculino?

-Para llegar en cualquier compañía a una posición relevante es necesario trabajo, esfuerzo y dedicación, pero también es importante perder el miedo a compaginar vida profesional y personal, y contar con un apoyo familiar que no sólo colabore sino que te potencie. A veces los estereotipos hacen que el talento femenino no sea visible, y a veces somos nosotras mismas, por miedo o excesivo perfeccionismo, las que nos autolimitamos. La perseverancia, el compromiso con la búsqueda de la excelencia, la confianza en una misma, adecuarse al "tempo" de cada organización para saber esperar y encontrar los momentos, tener claros tus objetivos para poder comunicarlos y dar visibilidad a tus aspiraciones, y estar siempre en modo de aprendizaje continuo, dando un paso al frente para aceptar nuevos retos.

- ¿Es necesaria la diversidad en los puestos de alta responsabilidad?

-Hoy en día está de moda hablar de diversidad y de paridad en alta dirección, incluso hay foros en los que indican que hay que ascender a mujeres y no hablan de lo más importante, de meritocracia, talento y formación. La diversidad promueve el talento, hay que hablar de diversidad de género, de funcionalidad, de edad, de creencias... somos diversos, somos diferentes, y eso es muy bueno. La diversidad crea riqueza de talento en las organizaciones, somos complementarios, hombres y mujeres. Creando equipos directivos diversos estaremos enriqueciendo las empresas y las organizaciones.

- ¿Ha sentido durante su trayectoria un trato diferente por ser mujer?

-Afortunadamente no. He tenido la suerte de trabajar en una organización que apuesta por la meritocracia y el talento, que desarrolla iniciativas transversales orientadas al acceso en igualdad de oportunidades a todos los procesos de selección de la entidad, y programas específicos para acompañarnos en el desarrollo profesional, ayudando a planificar la carrera profesional y reforzando las habilidades relacionales. Existe un compromiso de la Alta Dirección para promover la selección del mejor talento y capacitación y se está reforzando la cultura de la diversidad. Sin embargo, el hecho de que yo no haya sufrido un trato diferente por ser mujer, no significa que en determinados sectores y en algunas ocasiones se puede desincentivar el acceso de las mujeres o inhibirlas de potenciar su desarrollo profesional si quien decide los nombramientos y promociones está condicionado por una visión estereotipada de la diferente capacidad de compromiso de cada género con la empresa.

El antídoto para ello es que la empresa promueva una cultura favorable al equilibrio de género y al desarrollo del talento, contribuyendo a eliminar las barreras y los estereotipos que impiden en determinadas circunstancias avanzar a las mujeres en su desarrollo personal y profesional.

- ¿Cómo es su conciliación con la vida familiar? ¿Puede compaginarla con sus tareas profesionales?

-Todo se puede organizar. Lo importante es tu salud mental y no llevar los problemas o tensiones diarias a casa. A pesar de la intensa dedicación que exige el trabajo, resulta conveniente reservarte un espacio a ti misma, al deporte y a aquellas disciplinas que te puedan ayudar, como en mi caso las sesiones de mindfullness. Hay que aprender a hacer y a dejar de hacer cosas, a llegar a todo lo importante y a lo imprescindible y además hacerlo con calidad. Lo más importante para cualquier ser humano no es el trabajo, ni ser directivo, lo más importante es la familia, eso hay que tenerlo claro. Dedico cada día muchas horas al trabajo pero me preocupo también de compartir tiempo de calidad con mi familia. Estos momentos son fundamentales y enriquecedores. Como la comida familiar que cada sábado me junto en casa de mi madre, con mis hermanos y sobrinos. Ahí desconecto total y perfectamente porque me siento segura de mí misma, de que lo que hago, lo hago con equilibrio y con la tranquilidad de dar cada día lo mejor de mí. Vive cada día como si fuera el último de tu vida y la pasión en cada minuto estará asegurada.

- ¿Qué acciones pone en marcha CaixaBank para apoyar la diversidad?

-CaixaBank es una empresa socialmente responsable. Dentro del Plan Estratégico 2015-2018 hay un reto específico: Reforzar la cultura de la meritocracia y diversidad. Hay programas y acciones dirigidas a reforzar el rol de las mujeres en la entidad, con formación y Programas de Desarrollo Directivo para mujeres en IESE, Programa Promociona en ESADE y mentoring femenino. Se contribuye también incluyendo la diversidad en la promoción directiva, en el comité de talento, asegurando la igualdad retributiva, fomentando las políticas de flexibilidad y asegurando la diversidad en programas pre-directivos. Además de flexibilidad horaria, trabajo en movilidad... Como le decía antes, CaixaBank es una entidad comprometida con la diversidad y promueve tanto de forma interna como externa estos valores en la sociedad. Prueba de ello es el porcentaje de mujeres que ocupan posiciones directivas en Galicia, que asciende al 47%.

- ¿Cómo cree que pueden ayudar las nuevas tecnologías?

-Vivimos en un mundo digital que lo mejor que tiene es que la información es de todos y está al servicio de todos con un solo clic, lo que hará aumentar el talento. La movilidad en CaixaBank es un hecho, todos los empleados del banco podemos trabajar desde cualquier lugar. Mi despacho es el coche, un Smartpc y un móvil. Las empresas eficientes no gestionan por presencia, gestionan por eficacia y eficiencia y la nuestra eso es una realidad.

- ¿Cuándo dejaremos de hablar de desigualdad laboral?

Cuando las empresas, los empresarios y los altos directivos, que la mayoría son hombres, se den cuenta de lo que se pierden en términos de rentabilidad por no incorporar mujeres a cargos directivos. Una empresa con diversidad mejora su rentabilidad. Hacen falta más empresas como CaixaBank, con flexibilidad de horario, permisos, conciliación, una empresa que crea igualdad de oportunidades, empresas que impacten en la sociedad, de forma que su ejemplo se traslade al resto.

- ¿Qué consejos le daría a las mujeres que comienzan en puestos directivos o al frente de sus propias empresas?

-Que el futuro, como el talento, no entiende de género. Que lo que verdaderamente cuenta para ser directiva o empresaria es el talento, la formación, el esfuerzo y la capacidad de liderazgo. Y esas cualidades las tienen por igual los hombres y las mujeres. Los retos del siglo XXI son de tal calibre que nos demandan un nuevo liderazgo, un liderazgo compartido a partir de la selección del mejor talento y capacitación.

Que sean perseverantes y desarrollen habilidades para trabajar en equipo y liderarlos. También que se comprometan con la excelencia y la mejora continua, que mantengan la autoconfianza suficiente para asumir riesgos y luchar por el desarrollo de su potencial de carrera. Y por último, que tengan un sentido de responsabilidad social y contribuyan en su entorno a que el talento y la igualdad de oportunidades sean la base del desarrollo empresarial.