El escritor Diego Moldes (Pontevedra, 1977) afronta la recta final del año con un doble estreno, el de su primer libro en verso "Ni un día sin poesía" y una nueva paternidad, la de su segundo hijo, Bosco, que casualmente lleva el nombre del patrón del cine, su gran pasión. "Me lo dijo un amigo, no tenía ni idea", admite. El nacimiento del pequeño, que se lleva 15 meses con el primero, Mauro, apenas le ha dejado tiempo para la promoción de su obra, que presentará en su tierra natal en diciembre.

- Tiene a sus espaldas una larga carrera literaria pero este es su primer poemario, ¿cómo surgió?

-Fue a raíz de una operación en la mano que me dejó tres meses de baja. Alejandro Jodorowsky, íntimo amigo mío desde hace años porque hice mi tesis doctoral sobre él, me propuso que escribiese pequeños poemas en una agenda. Había escrito poesía en la universidad, unos 500 poemas pero los rompí y no había vuelto a hacerlo. Me propuse hacer uno cada día y creí que abandonaría a la semana siguiente pero no, al final conseguí llegar hasta 150 Ha sido lo último que he escrito porque luego tuve al niño y cambié de trabajo así que no he tenido tiempo de nada más.

- En la poesía el escritor se expone más, ¿no le da vértigo?

-La verdad es que sí que me da bastante apuro. Hablar de los demás me resulta fácil pero hablar de uno mismo da bastante pudor.

- ¿Se conoce mejor a Diego Moldes con "Ni un día sin poesía"?

-Yo creo que sí y de hecho también lo dice Jodorowsky en el prólogo, que es una de las personas que mejor me conoce. Es verdad que me desnudo un poco más pero mis poemas están muy influidos por otros autores.

- ¿A qué autores veremos junto a usted en sus versos?

-Es muy variado y depende mucho de dónde estoy cuando escribo, me di cuenta de que eso me influye muchísimo. Hay de todo, desde Juan Eduardo Cirlot, Manuel Antonio cuando escribo en Galicia, Lorca, la poesía francesa, Poe...

- Ha publicado biografías, novelas, historias del cine, ¿qué es lo que le mueve a la hora de escribir?

-El hecho de no ser escritor profesional, en contra de lo que la gente pueda pensar, te da más libertad para escribir en función de cómo va evolucionando tu vida. Este es el décimo libro que publico, tras empezar escribiendo guiones en TVG como becario. Lo difícil siempre es encontrar tiempo, no las horas del día, sino el tiempo para tener la mente limpia, que lo que tengas dentro salga afuera y no al revés. No me refiero a la inspiración, que me parece una cursilada.

- Sus primeros libros fueron sobre cine.

-Era mi especialidad y es lo que más me palpita pero llegó un momento en el que noté que era un poco más de lo mismo, me daba la sensación de que escribía siempre para la misma tribu cinéfila y que necesitaba abrirme un poco más.

- No se ha casado con ninguna editorial, ¿es una ventaja?

-Según voy escribiendo, trato de encajarlo en la editorial que más se adecua al contenido del libro. En otoño de 2019 publicaré otro con una editorial de Barcelona. Eso sí, a mí me encantaría "casarme" con una editorial y quien diga lo contrario creo que miente un poco. Vivir solo de la literatura es prácticamente imposible. Incluso los grandes escritores han tenido antes otra actividad previa. No ocurre como en Estados Unidos que una persona sale de la universidad y decide que va a vivir los próximos cuarenta años de escribir y publicar libros.