"Este va a ser el siglo de África, que será capaz de salir del subdesarrollo y del atraso y abandonar la pobreza en una generación. África puede ser el nuevo sudeste asiático del siglo XXI". Así de optimista, pero bien informado, se mostró el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), José María Mella Marques en su conferencia "Qué aprendí en África", ayer en el Club FARO. De hecho, el vigués llega de vivir en Kumasi, segunda ciudad de Ghana y capital económica de un país que describió como diverso en cuanto a "tipos de pobres" (personas que viven con 2 dólares o menos al día). Con fotografías realizadas por él mismo evidenció esas diferencias entre el mundo rural - "dos tercios de la población activa está el campo", añadió- y la costa; al tiempo que mostró un país con infraviviendas, sin alcantarillado, con letrinas, puestos de fruta sobre la calle y cocinando en grandes ollas insalubres 'fufu', uno de los platos típicos populares.

El catedrático fue presentado por su colega de la Universidad de Vigo, Manuel Varela Lafuente, que resaltó el conocimiento que posee Mella Marques de la realidad africana como coordinador de un proyecto que trata de vertebrar universidades y goza del respaldo de la Unión Europea. Hacen estudios sobre la problemática económica para luego proponer cambios y ayudar a combatirla. También recordó que fueron compañeros cuando el "Cuvi" (Colegio Universitario de Vigo) aún era el germen de la universidad actual y destacó que a Mella Marques "le gusta autodefinirse como un economista de a pie". El conferenciante cogió el guante recordando la anécdota que dio pie a esa consideración: "El poeta Rafael Alberti, en una reunión en los años 70, me preguntó: ¿usted muchacho a qué se dedica? Y cuando le dije que era economista, me replicó: ¿es usted un economista de a pie o de despacho? Porque yo hago poesía en la calle, no en una oficina. Así que respondí que eso quería ser yo: un economista de a pie. Y fui acercándome a los problemas de campo, hablando con las familias, las personas y las empresas... Ese ha sido mi modesto trabajo como economista", explicó Mella.

"He aprendido muchas cosas de África", reconoció el catedrático para luego centrarse en el objeto del proyecto que lidera con la UAM y que estudia problemas económicos, sociales y políticos del desarrollo agrario, la creación de empresas, las finanzas o los refugiados en países como Ghana, Marruecos, Cabo Verde o República Democrática del Congo. El experto comenzó aclarando por qué se conoce como "trampa de la pobreza" a un efecto que no permite a los ciudadanos con niveles de renta muy baja salir de su situación. "Tienen una incapacidad de acceso a la escalera del capital; un pobre que deja de serlo, volverá a la pobreza tras una sequía. Es una pobreza crónica", avanzó. Una situación que, como es sabido, contrasta con la riqueza en recursos naturales de países como Angola, donde destacó la "profunda desigualdad social" y de cuya capital, Luanda, dijo "se ha convertido en la ciudad más cara del mundo".

Entre los pobres que viven en estados "frágiles" de inseguridad y violencia situó también a Sudán del sur, República Democrática del Congo, Etiopía, Kenia y Yemen.

"Las siete carencias principales de los pobres en África son la falta de capital humano, físico, natural, institucional, intelectual, empresarial y financiero", desgranó Mella Marques, para luego explicarlos detalladamente. Al final de su ponencia, el economista enlazó esas siete carencias con las fórmulas que atajarían esa problemática y usando palabras clave como agua, educación, paz y diversificación. En general, José María Mella abogó por "Estados eficientes". Se refirió a los fallos de la electricidad y la cadena de frío. "En África hay de 4 a 7 cortes diarios de luz, lo que produce muchas pérdidas a empresas", explicó. Defendió la colaboración público-privada y que las pequeñas economías amplíen mercados como herramientas para salir del atraso.

La comparativa con el sudeste asiático llegó también con las preguntas del público: "En los años 60, el sudeste asiático y África tenían la misma renta per cápita; no es el caso de hoy. No solo China, sino otros países como Corea del sur, viven procesos de industrialización muy avanzados. Esas economías han estado sometidas a procesos de urbanización. Mientras, en África siguen sin servicios ni manufacturas en grandes ciudades. Ha habido un abandono del campo por baja productividad", analizó Mella Marques que quiso reiterar que "si África no se desarrolla, Europa no tendrá futuro".