La ingesta elevada de alimentos que proporcionan un aporte energético excesivo podría aumentar la densidad mamográfica, uno de los principales factores de desarrollar un cáncer de mama, según puso de manifiesto un estudio liderado por Marina Pollán y Virginia Lope, investigadoras del Centro Nacional de Epidemiología y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Cibersp), y que fue publicado en la revista "Maturitas". El término densidad mamográfica se refiere al porcentaje de la mamografía compuesto por tejido radiológicamente denso. En este sentido, y dado que la densidad mamográfica se puede modificar, los expertos han destacado la importancia de identificar qué factores relacionados con los estilos de vida se asocian a dicha modificación.

"Existe fuerte evidencia de que la obesidad y la ganancia de peso son importantes factores de riesgo de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas. Sin embargo, la evidencia respecto a la restricción calórica es menos consistente", explicó Lope.

De hecho, en estudios experimentales con animales se ha observado que la limitación de la ganancia de peso por restricción calórica ejerce un efecto protector frente al cáncer de la glándula mamaria.