Los tratamientos biológicos dibujan un panorama alentador en el tratamiento de la psoriasis y en su curación en un futuro. Muchos pacientes se benefician ya de estos avances, muchos de ellos, enfermos que se habían rendido y se habían resignado a sufrir los efectos de esta enfermedad.

-¿La psoriasis tendrá cura algún día?

-Estamos viviendo un momento dorado en cuanto a los avances en los tratamientos, aunque yo aún la cura la veo lejos. Pero lo que sí estamos consiguiendo es un control altísimo de los síntomas de la enfermedad sin apenas riesgo de daños colaterales.

- ¿Qué avances?

-Hasta ahora, disponíamos de tratamientos tópicos locales para los casos más leves, fototerapia para determinados casos con lesiones extensas pero superficiales y la terapia clásica con tratamientos sistémicos, sobre todo metotrexato, retinoides orales y ciclosporina, que funcionan muy bien y de hecho, son la primera opción. Sin embargo, estos tratamientos, aunque controlan la enfermedad, están contraindicados en pacientes que tienen otros problemas de salud. Pero en los últimos años han aparecido tratamientos biológicos, creados a través de técnicas de biología molecular, que se parecen a proteínas humanas, sobre todo a las inmunoglobulinas, que están dirigidos contra determinadas dianas de la inflamación que son protagonistas de la enfermedad y que consiguen controlarla muy bien, tienen un efecto inmunodepresor bastante limitado, se ha demostrado que son fármacos seguros y la toxicidad es muy baja comparados con los tratamientos clásicos. Pacientes que llevaban mucho tiempo desesperados, algunos ni siquiera acudían a consulta porque se habían rendido, aparecen de nuevo, les administras un tratamiento de estos y los resultados son espectaculares. Al paciente le cambia la vida. Es una pena que haya pacientes sin tratar porque lo que hace diez años no les podíamos ofrecer, hoy es posible.

-¿El futuro está en los tratamientos biológicos?

-En estos momentos hay un tren de moléculas y de terapias biológicas que está acercándose, y no solo para la psoriasis, sino también para la dermatitis atópica y otras muchas enfermedades, como el cáncer, que están suponiendo un antes y un después en la medicina. Y lo que estamos viendo es solo el principio.