Marina d'Or, la autodenominada "ciudad de vacaciones" a pie de playa en Oropesa del Mar (Castellón), no podrá ofrecer servicios de hidroterapia, dado que el Gobierno de la Comunidad Valenciana le ha retirado el permiso para hacerlo al considerar que sus aguas no son medicinales. La Asociación Nacional de Balnearios (Anbal) ha celebrado esta decisión y ha exigido a Marina d'Or que deje de emplear el término "balneario", ya que no cumple los requisitos para serlo y podría tratarse de publicidad engañosa. La medida se extiende a otros diez centros de la Comunidad Valenciana que no han acreditado el empleo de aguas mineromedicinales y termales con fines terapéuticos o preventivos para la salud.