Felipe VI aseguró ayer que los españoles pueden sentirse "profundamente orgullosos" de la Constitución de 1978 por representar "democracia y libertad" y haberse convertido en una "lección de convivencia que dignifica la política y engrandece" la historia de España.

En puertas del 40 aniversario de la Carta Magna, el Rey hizo una firme defensa de lo que supuso el pacto de 1978 en su intervención en la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo.

Esta vez, el discurso del Rey, el de más calado de los que pronuncia junto con el de Nochebuena, ha tenido un tono distinto al de hace un año, que coincidió con un momento de especial tensión política tras el referéndum ilegal en Cataluña y pocos días antes de la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno de Mariano Rajoy.

Entonces, Felipe VI habló del "inadmisible intento de secesión" en Cataluña y garantizó que el proceso separatista se resolvería "por medio de sus legítimas instituciones democráticas" convencido de que Cataluña seguiría siendo "parte esencial de España".

Don Felipe no hizo ayer ninguna mención expresa a Cataluña, ni al desafío independentista, pero sí subrayó que la Constitución es "fruto de la concordia entre españoles, unidos por un profundo deseo de reconciliación y de paz; unidos por la firme voluntad de vivir en democracia".

También incidió en que la Carta Magna "devolvió a los españoles su libertad y su condición de ciudadanos" y reconoció "la diversidad de sus orígenes, culturas, lenguas y territorios" que forman parte de este país.

En su defensa de la Constitución, don Felipe aseguró que es "la mejor muestra de la generosidad, madurez y responsabilidad de todo un pueblo que ganó la democracia y la libertad". Porque, prosiguió el jefe del Estado, "democracia y libertad es lo que representa y significa para España, para el pueblo español", la Constitución.

Después de la reprobación del Parlament de Cataluña a su figura, Felipe VI estuvo arropado ayer en Oviedo por las principales instituciones del Estado, con la presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y cuatro ministros, de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes.

Ha sido la quinta ocasión desde que comenzó su reinado en la que Felipe VI preside la gala de los premios que, con el relevo en la Corona, pasaron a llevar el nombre de doña Leonor, que tampoco este año participó en la ceremonia del Campoamor.

En su escenario se dieron cita siete de los ocho premiados -la escritora francesa Fred Vargas (Letras) no estuvo por motivos de salud-, y entre ellos destacó la presencia del cineasta estadounidense, Martin Scorsese (Artes), que hizo un llamamiento a preservar el arte "en un lugar de honor y estima" dentro de la cultura tras mostrar su preocupación por el cine y su futuro.

El filósofo Michael J. Sandel (Ciencias Sociales) animó a que los ciudadanos, al margen de sus antecedentes o circunstancias sociales, deben hacer "preguntas difíciles sobre cómo convivir" en un momento en el que "la democracia se enfrenta a tiempos oscuros" ya que es la mayor esperanza para poder arreglar el mundo.

Un periodismo poderoso

La reportera mexicana Alma Guillermoprieto (Comunicación) advirtió de que, sin un periodismo "poderoso", "bien financiado" y respetado por los gobiernos, "el mundo moderno, el mundo entrelazado, sería imposible" pese a tratarse de un oficio en el que "cuesta trabajo no solo vivir, sino sobrevivir".

La oceanógrafa estadounidense Sylvia Earle (Concordia) aseguró que ahora "es el momento óptimo" para hacer las paces con la naturaleza y revertir la actual "guerra contra el mar" para salvar al océano, "el motor del clima de nuestro planeta azul".

La ONG Amref Health África (Cooperación Internacional), los montañeros Reinhold Messner y Krzysztof Wielicki (Deportes) y la paleontólogo sueco Svante Pääbo (Investigación Científica y Técnica) completan el palmarés de esta 38 edición de los Premios Princesa.

De todos ellos, Felipe VI aseguró que simbolizan "el valor del conocimiento, el altruismo, la superación personal, la voluntad y la determinación de alcanzar una existencia mejor".