Emilio Duró, prestigioso consultor, asesor y formador, impartirá este viernes (18.15 horas) la conferencia inaugural del II Foro de Educación, organizado por FARO DE VIGO en el Auditorio Mar de Vigo, bajo el título "No vale rendirse". Los seminarios y conferencias de Duró están enfocados en el desarrollo de actitudes proactivas en las personas. Con el objetivo de ayudar a mejorar la motivación individual y colectiva, ha impartido charlas en empresas como Microsoft, Ikea, Novartis, Banco Santander, BNP, BBVA, La Caixa o Inditex, entre otras.

- Lleva años impartiendo conferencias para motivar a empresarios y ciudadanos en general, ¿se considera lo que hoy en día se ha bautizado como un "coach"?

-Es cierto que llevo bastantes años intentando transmitir la necesidad de desarrollar una actitud mental positiva ante la vida, pero no me considero un coach, ya que mi trabajo no se asemeja a la labor que realizan los coaches.

- ¿Por qué comenzó a impartir conferencias para motivar?

-Nací en Lleida en una familia de pequeños empresarios y dediqué mi vida profesional a estudiar cómo funcionaban las empresas. En mi trabajo diario observé que había personas a las cuales casi todo les salía bien, que nunca se desanimaban. Por el contrario, otras personas que hacían lo mismo no obtenían los mismos resultados y caían fácilmente en el desánimo. Vi que las personas que tenían una visión positiva de la vida casi siempre obtenían mejores resultados, lo intenté aplicar a mi vida y los resultados fueron muy buenos. Casualmente me pidieron una conferencia en Galicia para pequeños empresarios y en la misma vi que necesitaba desarrollar una nueva mentalidad en los asistentes para afrontar los retos futuros. Por eso decidí cambiar el enfoque de la conferencia y hablarles del "coeficiente de optimismo". El resto ya es conocido: grabaron la conferencia sin permiso y la pusieron en internet. Se hizo viral y no pude eliminarla. A partir de entonces me llegan muchas peticiones para impartir conferencias.

- Subraya que la motivación es la clave del éxito y que hay que tener una actitud proactiva.

-Las personas que son proactivas, que enfocan el presente que se puede cambiar, que son responsables (responsabilidad significa responder con habilidad), que tienen un foco de control interno y se preguntan ante un reto, "¿qué puedo hacer?", viven más, son más felices y rinden laboralmente más que las personas negativas. Por el contrario, las personas reactivas, que siempre enfocan el pasado que no se puede cambiar y buscan culpables, que se preguntan "¿quién ha sido?", viven menos, son menos felices y parecen estar en un bucle negativo.

- Usted dice que la suya es la historia de un fracaso y de superación y asegura que superar los miedos es determinante para tener éxito en la vida pero, ¿todos pueden lograrlo?

-Todos somos una mezcla de fracasos y de éxitos. Tendemos a mirarnos el ombligo y juzgar a los demás sin conocer las vivencias que nos hacen ser e interpretar la vida de forma diferente. Todos creemos que no recibimos todo lo bueno que nos merecemos, que el vecino siempre vive mejor. Sin duda la principal causa de infelicidad es el miedo. Nuestro pasado cavernícola nos hace sentir miedo. Este hace que no variemos nuestras costumbres (miedo al cambio); que no intentemos luchar por alcanzar nuestros sueños (miedo al fracaso); que comamos más de lo necesario y tengamos la necesidad de acumular (miedo a la supervivencia); que hagamos lo que les gusta a los demás (miedo al rechazo)... Y con miedo no se puede lograr todo aquello de lo que seríamos capaces.

- Otra de las claves de sus charlas es la preparación para la longevidad, ¿por qué tenemos que "prepararnos"?

-La esperanza de vida en España se ha duplicado en los últimos años y continúa creciendo. Con ello se han dado dos nuevos retos: como especie, el aumento de la población, y como individuos, más de 40 años adicionales de vida donde la búsqueda del placer no basta para ser felices. El reto es "vivir" y no solo "sobrevivir". Por eso el tema más estudiado en la actualidad es la "búsqueda de la felicidad", que permita reducir el número de depresiones, ansiedades o alexitimias, causantes de enfermedades y que suponen un enorme coste laboral para las empresas. Cerca del 80% de todos nuestros logros depende de nuestra actitud y forma de enfocar la vida. Poca gente fracasa en la vida sólo por causas técnicas y sí por causas emocionales, ya que se nos ha entrenado para resolver problemas técnicos, pero no sabemos convivir con situaciones que nos desconciertan. Y es que millones de años de evolución han conformado una estructura craneal en tres cerebros diferenciados: el reptiliano, cuya misión es mantener la vida, el límbico, que rige nuestras emociones y el racional, donde residen los conocimientos. Esto hace que en el futuro tengamos el reto de llenar de contenido nuestra vida y de buscar el equilibrio entre los tres cuadrantes: el físico, el emocional y el intelectual. Pero necesitaremos también darle un sentido a nuestra existencia, que nuestra vida haya valido la pena, ayudando a los demás

- Como ha recordado, su popularidad llegó tras un vídeo difundido sin su consentimiento en internet. ¿Cómo ve las nuevas tecnologías? ¿Podremos controlarlas?

-Nací en el año 1960, por lo que no soy "nativo digital". Intento cada día aprender sobre las nuevas tecnologías, pero me cuesta mucho esfuerzo. Creo que están ayudando mucho a todos los niveles, pero su desarrollo ha sido tan rápido que no hemos sabido asimilarlas y controlarlas. Vamos hacia un nuevo mundo sin tener experiencia previa, y aunque estoy convencido de que todos los avances son siempre positivos y que vivimos mejor que nunca, seguro que pagaremos un peaje. Cuando veo personas que difunden datos privados sin valorar el daño que hacen, las horas que pasan los niños ante el ordenador y el teléfono móvil, el control de todo lo que hacemos en la red, el ciberacoso, los virus... dudo que sea bueno que tengan tanto poder determinadas personas o empresas. Pero no soy nadie para dar consejos y quizás mi pasado es una barrera para entender este nuevo futuro. Decía un sabio que la felicidad sería "una buena salud y una mala memoria".

- Intervendrá este viernes en el Foro de la Educación de FARO DE VIGO, donde se hablará de la "escuela del mañana". ¿Cómo cree que debe ser?

-Considero que se tiene que cambiar radicalmente la forma de educar, no podemos educar a nuestros hijos como nos educaron a nosotros. La mayoría de los niños que hoy empiezan una carrera universitaria trabajarán en un empleo que aún no ha sido inventado, y sin embargo seguimos teniendo libros de texto no actualizados y sin incorporar nuevas tecnologías. Continuamos con unas asignaturas desfasadas, el conocimiento se duplica cada dos años, pero no lo que enseñamos... No podemos enseñar a los niños cosas que las máquinas pueden hacer, ya que seguro que lo harán mejor que nosotros. Tenemos que enseñarles arte, música, deporte, creatividad, capacidad de adaptación, capacidad de aprendizaje... todo en lo que ganamos a las máquinas. Y, sobre todo, valores para tener un trabajo que dé sentido a nuestra vida, que ayude a los demás y que consiga que valga la pena vivir. En pocos años el trabajo dejará de ser un castigo y podremos trabajar en lo que deseemos. Nadie pasará hambre. Las necesidades básicas estarán cubiertas. Pero seguirán siendo válidas las preguntas de siempre: ¿quién soy?, ¿qué sentido tiene la vida?, ¿qué hago aquí?... Debemos seguir enseñando filosofía.

- Desde su perspectiva, ¿cómo ve a la sociedad actual?

-Creo que la sociedad tiene que recuperar valores auténticos y que no se trata de "correr como pollos sin cabeza" buscando el éxito económico. Tenemos que conseguir que el dinero deje de ser el motivo fundamental que mueve nuestros actos. Recordemos el "becerro de oro" de la Biblia. El sentido de la vida tiene que ser hacer la vida maravillosa a los demás. Solo esto nos da la felicidad.